Las celebraciones de fin de año en los hogares colombianos suelen venir acompañadas de comidas abundantes, consumo de alcohol por encima de lo esperado y cambios en los horarios habituales. Aunque el ambiente invita a compartir y disfrutar con los seres queridos, el cuerpo suele resentir esos excesos.
El sistema digestivo es uno de los más afectados. De hecho, el intestino es de los primeros en verse impactado cuando hay mayor consumo de alcohol, grasas y desórdenes alimenticios, por lo que cuidarlo se vuelve clave para darle la bienvenida al año nuevo sin malestares.
Pilas con los excesos de diciembre: así se afecta la microbiota intestinal
El intestino alberga millones de microorganismos que cumplen funciones esenciales para la digestión y la defensa del organismo. Esta comunidad, conocida como microbiota intestinal, es especialmente sensible a los cambios bruscos de rutina, muy comunes entre diciembre y enero. El aumento del consumo de alimentos fuera de casa, más azúcar y alcohol, además de viajes a lugares con dietas diferentes, puede alterar su equilibrio.
Según explicó Ramiro Cubillos, gerente médico de La Santé, “en diciembre hay comidas a deshoras y alimentos más pesados. El aumento de azúcares, alcohol y carbohidratos, junto con los viajes que exponen a nuevas dietas, genera irritación intestinal”. Esta alteración puede manifestarse en distensión abdominal, gases, diarrea o estreñimiento, síntomas frecuentes en esta época.
Cuidar la microbiota es fundamental porque cumple una función protectora. “Sirve como un blindaje inmunológico con origen gastrointestinal, que ayuda a responder frente a microorganismos hostiles y a mantener el equilibrio de las funciones digestivas”, añadió el especialista.
Señales de alerta tras los excesos de comida y alcohol
El cuerpo suele enviar avisos claros cuando el intestino está sobrecargado. Prestar atención a estas señales permite actuar a tiempo y evitar que el malestar arruine las celebraciones:
- Distensión o dolor abdominal persistente.
- Cambios en la consistencia, color u olor de las heces.
- Aumento de gases o eructos.
- Alteraciones en la regularidad intestinal.
- Malestar digestivo tras el consumo de alcohol o comidas muy pesadas.
Estos signos indican que el intestino necesita apoyo para recuperar su equilibrio.
En una temporada donde los excesos son frecuentes, una de las opciones complementarias es el consumo de probióticos. Sin embargo, estos no reemplazan una consulta médica ni corrigen por sí solos los problemas digestivos asociados a una alimentación desordenada.
“El punto clave es que no todos los probióticos sirven para lo mismo”, aclaró Cubillos. “Cepas como Saccharomyces boulardii se han estudiado para diarreas asociadas a antibióticos, mientras que Bacillus clausii se utiliza para ayudar a recuperar el equilibrio gastrointestinal”.
A estas medidas se suman recomendaciones prácticas como moderar el alcohol, mantenerse bien hidratado, evitar la automedicación y conservar horarios relativamente estables. Con hábitos conscientes y un cuidado básico del intestino, es posible disfrutar las fiestas sin que los excesos pasen factura y comenzar el nuevo año con mayor bienestar.
Recomendaciones para disfrutar fin de año sin malestar
- Moderar el consumo de alcohol y comidas muy condimentadas o abundantes.
- Mantener horarios relativamente estables, incluso durante las celebraciones.
- Evitar la automedicación, especialmente de antiácidos y antibióticos.
- Hidratarse adecuadamente, sobre todo en viajes o climas cálidos.
- Incorporar probióticos como apoyo cuando existan antecedentes digestivos o cambios bruscos en la alimentación.