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La hipertensión es una de las enfermedades más comunes en el mundo y uno de los principales factores de riesgo para padecer cerebrovasculares, infartos y otras patologías cardiovasculares. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 1.000 millones de adultos de 30 a 79 años padecen esta enfermedad.
Factores como una dieta alta en sodio, el sedentarismo, el estrés y el sobrepeso pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión, por lo que adoptar hábitos saludables es fundamental para su prevención y control.
Ante este panorama, un reciente estudio publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology reveló que un alimento común en la dieta de muchas personas podría ser un aliado natural para prevenir y controlar esta condición.
Se trata del tomate. Según la investigación, consumir más de 110 gramos de tomate al día —lo que equivale aproximadamente a una pieza grande— puede reducir hasta en un 36% el riesgo de desarrollar hipertensión en personas sin antecedentes de esta enfermedad. Además, en quienes ya padecen presión arterial elevada, se observó una reducción significativa de los valores, especialmente en aquellos con hipertensión leve.
Los científicos a cargo del estudio resaltaron que estos hallazgos podrían cambiar la forma en que se aborda la prevención y el tratamiento de la hipertensión, permitiendo que algunos pacientes reduzcan su dependencia de medicamentos mediante ajustes en su alimentación.
El principal responsable de estos beneficios es el licopeno, un potente antioxidante presente en el tomate que actúa de manera similar a algunos fármacos antihipertensivos. Además de ayudar a regular la presión arterial, el licopeno posee propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas, lo que lo convierte en un aliado para la salud cardiovascular.
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El tomate es la principal fuente dietética de licopeno, ya que representa aproximadamente el 85% del consumo total de este nutriente en la población. Su absorción se potencia cuando se consume cocido o en forma de salsas, por lo que los expertos recomiendan incluirlo en diversas preparaciones:
Si bien el tomate ha demostrado ser un recurso valioso en la lucha contra la hipertensión, los especialistas enfatizan que su consumo debe formar parte de un estilo de vida saludable. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y aceite de oliva, sigue siendo una de las mejores opciones para mantener la presión arterial bajo control.
Además, es fundamental complementar la alimentación con ejercicio físico regular y garantizar un descanso adecuado, con al menos ocho horas de sueño diarias.
A pesar de sus múltiples beneficios, los expertos recomiendan que cualquier cambio en la alimentación sea supervisado por un médico o nutricionista, ya que las necesidades nutricionales varían según la edad, peso, altura y antecedentes de salud de cada persona.
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