Al respecto, Cilia Marina Perea, enfermera del Hospital San Francisco de Quibdó, manifestó que buscan ser escuchadas dada la precariedad, tanto en salario, como insumos en ese centro asistencial.
Los de la parte administrativa aducen que los recursos no llegan, que las EPS no pagan oportunamente, que el hospital tiene un déficit desde años atrás
manifestó.
Agregó que, como trabajadores, necesitan su salario para sostener a sus familias, más allá de las razones administrativas.
Nosotros también tenemos familia y necesidades básicas. Nosotros también comemos y pagamos arriendo y tenemos necesidades humanas. No entendemos por qué el gobierno local y nacional, la Superintendencia de Salud y el Ministerio de Salud no ha puesto su mirada para encontrar una solución a este problema
dijo.
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Perea también dijo que la situación de crisis es tal que hasta los pacientes tienen que comprar algunos elementos, con sus propios recursos.
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Antes de intervenir a los pacientes hay que decirles que tienen que comprar 14 pares de guantes porque no hay insumos suficientes, ni para el personal sanitario ni para quien necesita un servicio de salud
puntualizó.
Finamente, la vocera hizo un llamado vehemente a las entidades a que solucionen la crisis:
Pónganse la mano en el pecho. ¿Cómo es posible que nosotras vayamos a prestar el servicio en sala de partos, maternidad, en cirugías, en urgencias, en los quirófanos abocados a que nos vaya a dar mareo en plena atención porque no tenemos alimentos en la alacena?
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