¿Por que debe quitarse los zapatos antes de entrar a casa? Salud estaría en riesgo
En zapatos se han encontrado una serie de microorganismos que pueden causar diferentes infecciones.
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Entrar a casa y dejar los zapatos en la puerta puede parecer un gesto sin mayor importancia, pero lo cierto es que esta práctica trae más beneficios de los que muchas mamás suelen imaginar. Aunque en Colombia no es una costumbre generalizada, en varios países de Asia, Oceanía y Europa es casi una norma, tanto por higiene como por respeto a quienes habitan en el hogar.
Estudios han revelado que el calzado acumula bacterias, sustancias químicas y polvo que terminan alojándose en pisos y alfombras. De hecho, un análisis de la Universidad de Arizona mostró que el 96% de los zapatos examinados contenían bacterias coliformes, muchas de ellas relacionadas con materia fecal.
Además, el 27% tenía Escherichia coli, un microorganismo que puede causar diferentes infecciones. Esto significa que una simple caminata por la calle puede ser suficiente para llevar gérmenes directamente al interior del hogar.
Quitarse los zapatos antes de entrar a la casa tiene múltiples ventajas. Una de las más importantes es mantener un aire más limpio dentro de la vivienda, lo que reduce la acumulación de polvo y protege a quienes son más vulnerables, como los niños pequeños, que suelen estar más cerca del suelo.
Otro beneficio es que limita la entrada de compuestos químicos como pesticidas, plomo o residuos de selladores de asfalto, muchos de ellos con efectos cancerígenos si hay exposición prolongada.
La medida también ayuda a prolongar la vida útil de los pisos y alfombras, pues estos se desgastan menos al no recibir tanta fricción ni suciedad del calzado exterior. De igual manera, la limpieza del hogar se vuelve más sencilla y menos frecuente, lo que representa un ahorro en tiempo, esfuerzo y productos de aseo.
De acuerdo con National Geographic, el experto en medio ambiente Mark Patrick Taylor explicó que el polvo que ingresa a las casas no solo termina en el suelo, sino también en superficies, alimentos y bebidas. Reducir la exposición es, por tanto, una forma sencilla de prevenir riesgos a futuro.
Implementar esta costumbre es más fácil de lo que parece. Una opción es dejar un espacio cerca de la puerta para colocar los zapatos y ofrecer pantuflas, medias o zapatillas de interior a los visitantes. También se recomienda instalar dos felpudos: uno en el exterior y otro en el interior, para reforzar la limpieza.
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Con pequeños cambios, es posible generar un impacto positivo en la salud y en el cuidado del hogar. Quitar los zapatos al entrar no solo es un acto de higiene, sino una práctica preventiva que, con el tiempo, puede marcar una gran diferencia en el bienestar de toda la familia.