La reforma a la salud aprobada en la Cámara de Representantes sigue generando polémica. Para el exministro de Salud y director de Así Vamos en Salud, Augusto Galán Sarmiento, este cambio representa un grave retroceso en la seguridad social del país. En entrevista con Mañanas Blu, con Néstor Morales, el experto advirtió que el nuevo modelo propuesto por el Gobierno del presidenteGustavo Petrodevuelve a Colombia a un esquema primario y poco eficiente, similar al que existía antes de 1970 en Europa.
"Esta reforma nos retrocede a una etapa muy primaria de la seguridad social en el mundo y particularmente en Europa, cuando había un pagador único que simplemente cubría facturas sin una gestión integral de riesgos en salud", señaló Galán. Según el exministro, este modelo, basado en laAdministradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres)como único pagador, podría agravar las deficiencias del sistema en lugar de solucionarlas.
La gestión del riesgo, en peligro
Uno de los aspectos más críticos de la reforma, según Galán, es la eliminación del esquema de gestión integral de riesgos en salud que han desempeñado las Entidades Promotoras de Salud (EPS)durante los últimos 30 años. Este modelo, explica el experto, permitía asignar los recursos de manera eficiente y garantizar la sostenibilidad del sistema.
"No es un problema de si las EPS subsisten o no, sino de si la gestión del riesgo en salud se mantiene. Sin una adecuada administración de los recursos, el sistema se vuelve insostenible y la atención a los pacientes se deteriora", afirmó.
El exministro comparó la situación con la organización de una familia: "Es como si en una casa una persona se encargara de manejar los recursos, priorizar necesidades y pagar las facturas. Lo que propone la reforma es repartir tarjetas de crédito a cada miembro y simplemente asumir los costos sin un control real del gasto".
Impacto en la cobertura y equidad del sistema
Durante la entrevista, Galán destacó los logros alcanzados por el actual sistema de salud en términos de cobertura y equidad. Mientras que en 1992 solo el 23 % de la población tenía acceso a la seguridad social en salud, hoy la cobertura supera el 99 %. Además, el gasto de bolsillo, que antes representaba el 42 % del gasto total en salud, se redujo a menos del 15 %.
Sin embargo, el exministro advirtió que la reforma podría revertir estos avances: "La medicina prepagada se convirtió en un refugio ante la incertidumbre. En los últimos años, la contratación de seguros privados ha crecido un 18 %, lo que indica que las personas buscan alternativas ante las fallas en el sistema público".
Un sistema sin garantías ante futuras crisis
Otro punto de preocupación es la capacidad del sistema reformado para enfrentar crisis sanitarias como la pandemia deCOVID-19.Según Galán, uno de los mayores éxitos del modelo actual fue garantizar que ningún paciente tuviera que pagar de su bolsillo la atención médica durante la emergencia.
"Si llegara otra pandemia, el sistema público debería asumir los costos, pero sin una estructura eficiente, el riesgo de colapso sería alto", advirtió.
Finalmente, el exministro hizo un llamado al Senado para revisar con profundidad la reforma antes de su aprobación definitiva: "No se trata de atravesarse a una reforma, sino de construir una que realmente beneficie a los ciudadanos. La salud es un derecho, pero materializarlo requiere decisiones basadas en evidencia y no solo en buenas intenciones".