De acuerdo con Juanita Kremer, el primer paso para “poner en su lugar” a ‘una suegra de terror’ es aprender a identificar qué tipo de persona es y, para ello, hace la siguiente clasificación:
- La enamorada de su hijo: la que descalifica siempre y considera que el yerno o nuera no se merece a su hijo. El antídoto es nunca tratar de cambiarle esa idea e ignorarla cuando hace insinuaciones.
Al respecto, Alexandra Pumarejo opina que no se trata de dividir, sino de ser clara con la pareja, obviamente, sin pasar los límites.
“El tatequieto a las suegras se lo deben poner los hijos, no los yernos o las nueras”, opina, por su parte Juanita Kremer.
- La hipocondriaca: la que a diario llama a quejarse de dolencias. El antídoto es no dejar que se salgan de proporción los síntomas, siempre teniendo el respectivo cuidado. “La solución nunca es confrontarla puede ser peor el remedio que la enfermedad”, dice Pumarejo.
Sin embargo, ‘las entaconadas’ coinciden en que en la materia no se puede generalizar, pues hay suegras que contribuyen a que la vida en pareja sea mejor y que mucho de lo que se dice puede ser especulaciones.