“En 2008 viví mi primer desplazamiento, fue algo muy duro porque a mí me avisaron lo que me iba a pasar. Tuve ese ángel dentro de los mismos malos, sabía que yo no hacía nada indebido y me avisó que estaba en la lista”. (Lea también: La historia de Yinna Moreno, víctima de reclutamiento forzado de las Farc)
Lina relata que fue víctima por reclamar sus derechos, pues tras la muerte de sus padres esperaba que en la empresa en que laboraba le cedieran un par de días de duelo; ante la negativa acudió a la Oficina del Trabajo de Cartagena a imponer la respectiva denuncia, hecho que le acarreó ganarse varios enemigos.
En el año 2010 Lina fue víctima de desplazamiento por segunda ocasión, cuando viviendo en Bogotá sufrió quebrantos de salud tras someterse a una tiroidectomía total. Cuenta que la recomendación médica fue trasladarse a tierra caliente, pero a Cartagena no podía regresar; optó por Sincelejo. Allí sufrió un desplazamiento peor que el de María La Baja.
“Empecé de cero en Sincelejo, a trabajar en el mercado público y cuando uno trabaja como vendedor ambulante está expuesto a todo. Las bandas criminales se camuflan en el mototaxismo”, denuncia.
Allí, en las calles de Sincelejo, recibió propuestas para prostituirse; denunció el hecho ante los supuestos vigilantes del sector, quienes resultaron ser ‘campaneros’ de la banda que más tarde la amenazaría y obligaría a dejar todo atrás nuevamente.
Lina Caro cuenta su historia en Blu Radio gracias al acompañamiento de la Unidad para la Reparación a las Víctimas, entidad a la que agradece su apoyo en momentos difíciles. Escuche en este audio su historia completa.