
La Fiscalía reveló que las 44 personas, incluidos 3 intendentes, 1 agente y 15 patrulleros, hacían parte de una banda que administraban las llamadas ‘plazas de vicio’, ubicadas en el centro de Medellín.
El ente acusador manifestó que los uniformados alertaban a los miembros de la banda ante procedimientos policiales en la zona y agilizaban trámites para la salida de personas que habían sido conducidas a las UPJ.
A los policías se les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, prevaricato por omisión y cohecho impropio.
Publicidad
Mientras que a los civiles se les señala de concierto para delinquir agravado, cohecho por dar u ofrecer destinación ilícita de muebles e inmuebles y usar menores para cometer delitos.
Entre los aprendidos estuvo el cabecillo de la banda, conocido con el alias de ‘Lágrimas’.
Publicidad