La profesora Margarita Rodríguez, rectora del colegio Campoalegre en Bogotá, detalló en que consiste la decisión de los 27 colegios de Uncoli de restringir el uso del celular y otros aparatos tecnológicos durante la jornada escolar en beneficio de los estudiantes. Según explicó, desde hace un año y medio ya se había prohibido el uso de celulares en su institución, promoviendo así “una mayor conexión humana y un verdadero” encuentro con el entorno.
La profesora Rodríguez explicó que esta medida no es punitiva, sino basada en la idea de “desconectar para conectar”, pues se dieron cuenta que al conectarse a una pantalla, los estudiantes pierden la expresión, los gestos y el sentimiento que acompaña a un vínculo real. Es por eso que busca que los niños vuelvan a conectarse con otros seres humanos, con su entorno, con sus compañeros, con la naturaleza y con el mundo, en general.
Para llevar a cabo esta medida, cada miembro de la Unión de Colegios Internacionales en Bogotá estableció una franja horaria en la que los estudiantes no pueden tener acceso a sus teléfonos celulares. Durante esas horas, se busca garantizar que los vínculos sean reales y que la interacción social, académica y deportiva se dé en persona, sin las limitaciones de una pantalla.
“Es una decisión que nosotros como colegio la tomamos hace ya un año y medio porque es una muy basada en la frase que usted acaba de decir, hay que desconectarse para conectarse. Cuando uno se conecta a una pantalla y puede inclusive hablar con cualquier profesor o con cualquier amigo, hay una limitante muy importante que es la misma pantalla, a veces no facilita la expresión, los gestos, no han facilitado verlos, no facilita interactuar el sentimiento que acompaña a un vínculo, no es tan visible en una pantalla. Entonces esa desconexión es invitarlos a que los niños vuelvan a conectarse con ese otro ser humano, a sentirse cerca, a una mirada absoluta, sin ningún tipo de bloqueo, sin ningún tipo de luces que generalmente interfieren”, indicó.
Reconoció que ha habido algunas resistencias por parte de los estudiantes, pero aseguró que, en general, han comprendido los beneficios de esta medida. Contó que ha observado cómo los niños han vuelto a hacer deporte, a jugar, a conversar y a reír. También ha notado una disminución significativa del bullying dentro del colegio durante las horas de clase, ya que los estudiantes no tienen acceso a redes sociales para publicar fotos o comentarios descalificadores.
Además, la decisión de prohibir el uso de celulares ha promovido un mayor sentido de responsabilidad en los estudiantes. Han aprendido a gestionar y solucionar problemas sin depender de un celular y a ser más conscientes de su entorno. La profesora Rodríguez ha visto cómo han mejorado las habilidades de comprensión, análisis y síntesis, ya que los estudiantes no utilizan el chat como vía de comunicación escrita, sino que se expresan de manera más clara y efectiva en persona.