La vicepresidenta del centro de estudios de Anif, Luz Magdalena Salas, habló en Mañanas Blu sobre la demanda en vacantes laborales para jóvenes en Colombia y su relación con la inteligencia artificial y, además, respondió sobre si existe o no una brecha entre lo que eligen estudiar y lo que actualmente demandan las empresas en el mercado laboral del país, muchas carreras tienen que ver con servicios de apoyo.
El informe del centro de estudios económicos reveló que hay una diferencia de 10 puntos porcentuales en la tasa de desempleo de los jóvenes, en comparación con el resto de la población. Es por esto que es crucial analizar la dinámica del mercado laboral y entender las demandas actuales, según indicó Salas.
Detalló que se identificaron varias áreas de formación que están siendo demandadas en el mercado laboral colombiano. En primer lugar, se encuentran los servicios de administración y apoyo, que representan más de una tercera parte de las vacantes disponibles.
“¿Eso qué significa? Actividades de recursos humanos, de atención al cliente, actividades de asistencia administrativas son lo que en este momento es más de una tercera parte de las vacantes que encontramos a junio de este año que se está demandando. En segundo lugar, actividades relacionadas con el comercio, temas relacionados con telecomunicaciones, informática y software que un poco va más en la vida del futuro del trabajo y a lo que deberíamos movernos nosotros en términos de formación. En tercer lugar, actividades de comercio, por supuesto, en donde entran las ventas en distintos sectores de la economía, pero también importante el tema de turismo y transporte”, explicó.
Además, destacó la importancia de carreras relacionadas con el comercio, las telecomunicaciones, la informática y el software. Estos sectores, dijo, son clave para el futuro del trabajo y es necesario fomentar la formación y especialización en estas áreas.
Sin embargo, se encontró un desajuste entre las carreras que eligen los jóvenes y las necesidades del mercado laboral. Muchos jóvenes optan por carreras en economía, administración y contaduría, mientras que las áreas de ingeniería, arquitectura y urbanismo también tienen una alta demanda.
“Quiero resaltar un tema importante. Esta dificultad que están teniendo los jóvenes para entrar o para insertarse en el mercado laboral depende de varios factores, de qué pasa en la demanda, de qué se están formando y esa divergencia en los estudios que los estudiantes y los jóvenes están teniendo, yo lo pensaría o lo dividiría en dos cosas. En primer lugar, en las temáticas, es decir, el reporte o un desajuste en lo que ellos están escogiendo de lo que se están graduando y la formación”, precisó.
Salas señaló que uno de los problemas radica en el nivel de formación requerido. En muchos sectores, se buscan habilidades técnicas y tecnológicas, en lugar de una formación universitaria. Esto ha llevado a que los jóvenes estén sobrequalificados para los empleos que se ofrecen.
Otro factor que dificulta la inserción laboral de los jóvenes es la experiencia requerida. Muchas empresas exigen, al menos, uno o dos años de experiencia laboral, lo cual es un obstáculo para aquellos que acaban de terminar su formación. Esta falta de experiencia los lleva a trabajos que no les permiten crecer profesionalmente en su área de estudio.
Para cerrar esa brecha entre la formación de los jóvenes y las demandas del mercado laboral, Salas propuso una mayor colaboración entre las empresas y las instituciones educativas, pues dijo que es importante que las empresas revisen los requisitos de experiencia laboral y consideren la contratación de jóvenes con la formación adecuada.
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