En Colombia hay pirómanos con nostalgia de la guerra: De la Calle
Humberto de la Calle explica que “lo que se hizo en La Habana no fue aplaudir a las Farc sino buscar una solución” al conflicto armado.
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El exjefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz con las extintas Farc, Humberto de la Calle, habla en Mesa BLU sobre sus preocupaciones en el posconflicto y analiza porqué es tan difícil cerrar la discusión en torno al acuerdo del Teatro Colón.
Afianzar ese acuerdo, dice, daría al país “más capacidad de afrontar otros conflictos”, en referencia a la latente violencia de otros grupos ilegales, como la guerrilla del ELN, que recrudeció sus ataques, al igual que las bacrim.
“Más allá de la discusión sobre el acuerdo del Teatro Colón, que a algunos les parece malo, pero otros lo apoyan, yo diría que no hemos sido capaces de dar el paso, de superar eso”, expresó De la Calle, quien dice no entender bien a una sociedad que se empeña en seguir “como corcho en remolino en el mismo tema, dándole vueltas”.
“Me pongo a pensar en el doctor Duque y, con todo respeto, ¿para qué se va a gastar cuatro años de su Gobierno con una misma discusión recurrente sobre el tema de las Farc? Esos señores, más allá de lo que está pasando con el tema de la JEP, dejaron las armas, son un partido político… yo diría que lo que hay es que consolidar eso”, invitó el excandidato presidencial, para quien esta discusión es como “apagar un incendio con gasolina”.
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“Yo digo que en Colombia hay pseudobomberos que realmente son pirómanos, como con una cierta nostalgia de la guerra”.
Sin embargo, destaca que también hay un sector crítico de la sociedad que “de buena fe dice que estos señores de las Farc son unos bandidos y que se vayan para La Picota 40 años”, pero esta opción no sería viable si no tiene sustento moral “si se parte de la base de que los demás victimarios deben tener el mismo tratamiento”.
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“Realmente, lo que a mí me preocupa de esa visión de buena fe -no hablemos de los que quieren esconder la verdad, etc.-, es que piensan que hay una violencia buena”, en referencia a los casos de falsos positivos, que según dice un sector de la población lo ve como un crimen a ocultar (…) Es como una miopía selectiva. Si queremos estar sobre una base moral sólida, entonces los 40 años de cárcel en La Picota para todos los responsables. La pregunta es si eso es viable, explicó”.
Por eso, para De la Calle cuando se llega al extremo del raciocinio moral se puede concluir, “como muchos de los colombianos, que ahí hubo actos horrendos, cuando uno dice actos horrendos de parte y parte, ¿superaríamos por la vía del diálogo el conflicto si ese fuera el tratamiento universal? Eso no es viable”.
Agregó también que, por eso, lo que se hizo en La Habana “no fue aplaudir a las Farc ni justificarla, sino buscar una solución en términos de lo que se llama justicia transicional, que agrupara a todos y que permitiera obtener la verdad, reparar a las víctimas y cerrar el conflicto. Ahí es donde me parece que están las grandes fallas”.
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“Mi raciocinio es: se logró con parte de la guerrilla, hay otros grupos criminales sin duda. Se logró la dejación de armas que es un hecho, la constitución de un partido político, etc. ¿No es más práctico para la sociedad garantizar cerrar esa discusión, afianzar ese acuerdo para tener más capacidad de afrontar otros conflictos?”, añadió.