La forma de vestir de una mamá puede influir en autoestima de sus hijos
Durante el programa Agenda en Tacones, se tocó el tema del atuendo que deben llevar las madres para recoger a sus hijos en el jardín o colegio.
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El fondo de la situación, va ligada con la construcción de la personalidad y autoestima de los niños.
La psicóloga Beatriz Goldberg, autora del libro "Mujeres en cambio", explicó a Infobae: "A partir de los 40 años, la mujer comienza una segunda adolescencia porque se produce un gran replanteo, comenzando por su relación de pareja, si es que tiene. Por más que priorice al hijo, una vez que se es madre, hay una fuerte necesidad de la mujer por corroborar su belleza en la mirada de los demás".
Por eso, en Florida, EEUU, la escuela Broward County estableció un riguroso código de vestimenta en 2014 tanto para los hijos como para los padres. La intención fue evitar elecciones inapropiadas y dar un buen ejemplo a la comunidad. Ya sea por descuido como pijamas o por la osadía de algunos vestuarios.
"Ser una madre sexy es una herramienta imperfecta para la construcción de la autoestima. Privilegia a las más jóvenes, es caro, es algo que demanda tiempo de dedicación y es un objetivo muy fácil de críticas. Sin embargo, rechazar esa condición tampoco es una opción tan oportuna. Cuando una madre acude al jardín desarreglada, despeinada o con alguna prenda sucia, resulta ser el foco de las críticas más duras", analizó Elisa Strauss, periodista especializada en temas familiares de la revista digital Slate.
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Goldberg remarcó la importancia de mantener encendido el vínculo en la pareja después de la llegada de los hijos: "Además de sostener la relación sexual, por más que la prioridad sean los nenes, lo ideal es que tengan citas habitualmente y, por ejemplo, salgan a tomar un helado". Según su punto de vista, ese escenario llevaría a las madres a no buscar atención en las miradas ajenas.
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Por último, Goldberg se encargó de destacar que las madres con hijas mujeres en los albores de la adolescencia representa uno de los vínculos familiares más comprometidos. Ante la mirada de sus compañeras, la madre puede resultar una amenaza. "Lo ideal es no destacarse en la escuela a nivel sexual porque eso puede conducir a una competencia con la hija", resaltó la especialista.