Mujer recoge los ‘frutos’ de un crédito que le cambió la vida

A sus 39 años, Angélica Valbuena se le midió a un crédito de cinco millones de pesos para instalar un sistema de riego por goteo en su pequeña finca de Ubaté.

En esta temporada del año, aún le queda agua y puede seguir sembrando lechugas, cilantro, espinaca, rúcula, acelga, cebolla y tomate orgánico que se venden rápidamente, algo que antes no le pasaba.

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"La satisfacción más grande para mí es que mis hijos me dicen que las cosas han cambiado, hay buen mercado, ahora sí tenemos como salir ir a almorzar, ir a compartir, existe la posibilidad de que la gente nos diga que el producto es rico y bueno", asegura.

"Ya no es esa mujer que se sentía frustrada, sino que ya es una persona con fuerza para sacar sus hijos adelante", agregó.

La finca de Angélica es una de las 1.600 que se han visto beneficiadas con la línea de crédito verde 'MeBa' de Bancamía.

MeBa le presta dinero a pequeños agricultores para que implementen proyectos de adaptación al cambio climático. Además del dinero, reciben capacitación; desde cómo manejar sus finanzas hasta cómo instalar y operar los proyectos.

"Muchas veces no cuantifican y les parece costoso invertir en esas medidas. Es aquí donde entra el nuestro rol para explicarles los beneficios: entre ellos la recuperación de la inversión y el impacto que tiene”, dijo Edison Moreno, vicepresidente de Desarrollo Productivo de Clientes.

“Por ejemplo, la lombriz composta genera el abono para sus fincas, pero, adicionalmente, pueden generar lixiviados, que es otro tipo de abono que se vende a buen precio. El sistema de riesgo les ayuda a ser más eficiente con el agua y prepararse para épocas de sequía", añadió Moreno.