Que jugar no sea una pesadilla: ¿Cómo proteger a los hijos de los riesgos en videojuegos online?
La psicóloga infantojuvenil y directora de la Clínica de Resort Maite Llamas, narró el impacto de los videojuegos online en una era donde se encuentran inmersos en la vida de los niños.
Los videojuegos online pueden ser el foco de peligros para los niños.
En la más reciente emisión de Casa BLU en Blu Radio, la psicóloga Maite Llamas, directora de la clínica Restart en México, habló sobre la preocupación creciente de los padres frente a los videojuegos y, en particular, sobre los riesgos de plataformas como Roblox, que cuentan con más de 85 millones de usuarios activos diarios, de los cuales la mitad son menores de 16 años.
Según la especialista, lo que antes era visto como un simple entretenimiento se ha transformado en un entorno de riesgo donde los niños están expuestos a depredadores, violencia y dinámicas adictivas.
“Los papás creen que sus hijos están jugando los mismos videojuegos que ellos jugaban, pero ahora los niños se conectan con millones de personas en todo el mundo. Ese es el verdadero riesgo”, advirtió.
En su análisis, Llamas explicó que, aunque juegos como Roblox, Fortnite o Free Fire ponen restricciones de edad y de lenguaje, los depredadores sexuales migran rápidamente a los menores hacia plataformas externas como Telegram, Discord o WhatsApp, logrando contacto directo en cuestión de segundos. Incluso recordó que en Estados Unidos ya se han presentado demandas contra Roblox por permitir entornos inseguros para los niños.
Los videojuegos más usados en Colombia
Foto: ImagenFX, referencia
La especialista señaló que los efectos psicológicos son claros: ansiedad elevada, irritabilidad, falta de habilidades sociales y un síndrome de abstinencia que aparece cuando se limita el tiempo de juego. “Los videojuegos activan la liberación de dopamina, el neurotransmisor del placer. Por eso, nada fuera del juego les resulta igual de atractivo, y ahí radica el peligro”, afirmó.
Para la experta, no se trata de prohibir del todo, sino de acompañar y establecer límites claros. Entre sus recomendaciones está que los padres instalen los mismos juegos que usan sus hijos y jueguen con ellos, que supervisen el tiempo y no permitan el uso de audífonos, que establezcan intervalos de máximo 45 minutos seguidos con descansos de 15 minutos y que pongan reglas visuales en el espacio de juego para que los niños las interioricen con mayor facilidad. Además, insistió en que la comunicación debe darse desde la empatía y no desde el regaño.
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“El mejor ejemplo para explicarles es: no te dejo solo en la calle con millones de desconocidos; tampoco voy a hacerlo en los videojuegos”, dijo.