Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Evangelio de hoy: 16 de enero de 2023

Conozca el evangelio y la palabra de Dios de este martes, 16 de enero.

307144_106130-sacerdote_religion_foto_efe.jpg
106130-sacerdote_religion_foto_efe.jpg

Evangelio del día


Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,23-28):
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»
Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»
Palabra del Señor

Lectura del día


Lectura del primer libro de Samuel (16,1-13):
En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.»
Samuel contestó: «¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me mata.»
El Señor le dijo: «Llevas una novilla y dices que vas a hacer un sacrificio al Señor. Convidas a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás al que yo te diga.»
Samuel hizo lo que le mandó el Señor. Cuando llegó a Belén, los ancianos del pueblo fueron ansiosos a su encuentro: «¿Vienes en son de paz?»
Respondió: «Sí, vengo a hacer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.»
Purificó a Jesé y a sus hijos y los convidó al sacrificio. Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.»
Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a Samá; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espiritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Samuel emprendió la vuelta a Ramá.
Palabra de Dios

Reflexión


En este pasaje del Evangelio según San Marcos (2,23-28), Jesús se encuentra con la crítica de los fariseos mientras camina con sus discípulos en sábado. Estos discípulos, al arrancar espigas para saciar su hambre, suscitan la indignación de los fariseos, quienes cuestionan la observancia del sábado.

La respuesta de Jesús revela una profunda comprensión de la ley y, al mismo tiempo, destaca la prioridad de la compasión y las necesidades humanas sobre las restricciones rituales. Él les recuerda a los fariseos la historia de David, cuando en una situación de necesidad, él y sus hombres comieron los panes consagrados que solo los sacerdotes podían comer.

Publicidad

Al proclamar que "el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado", Jesús recalca que las leyes y rituales religiosos deben estar al servicio de la humanidad y no convertirse en un yugo opresivo. En otras palabras, la finalidad de las prácticas religiosas es facilitar la relación del hombre con Dios y no imponer cargas innecesarias.

Al afirmar que "el Hijo del hombre es señor también del sábado", Jesús establece su autoridad divina sobre las tradiciones humanas. Él mismo es el Señor del día de reposo, y su presencia transforma el significado del sábado, mostrando que Él es el centro y propósito último de toda la ley.

Publicidad

Esta enseñanza invita a la reflexión sobre nuestra propia práctica religiosa. ¿Estamos enfocados en las tradiciones y normas externas, o estamos guiados por la compasión, el amor y la misericordia? ¿Estamos abiertos a la acción transformadora de Cristo en nuestras vidas, permitiendo que Él sea el Señor de todos nuestros días, incluido el sábado? La respuesta a estas preguntas nos lleva a una comprensión más profunda de la verdadera esencia de nuestra fe y la relación que buscamos con Dios.

  • Publicidad