Fueron cuatro meses en los que el mexicano y la argentina cultivaron una relación virtual, pero luego de ese tiempo y convencida de que lo mejor era encontrarse y formalizar la relación, Griselda le pagó el pasaje a quien a la postre sería su asesino.
Waldo Mares llegó a Buenos Aires el pasado 9 de febrero procedente de la que había sido su actual residencia en Guayaquil, Ecuador y en el aeropuerto fue esperado por la mujer y su hija, como estaba cercana a un proceso de separación vivía sola en un apartamento donde pretendió hospedar a Mares.
Pero en poco tiempo las cosas cambiaron, ya que luego de haberle enviado varios mensajes a su móvil y no recibir respuesta, la hija de la mujer decidió trasladarse hasta el lugar con su padre, quienes golpearon la puerta en repetidas ocasiones pero tampoco hubo respuesta, y por ello decidieron llamar a las autoridades quienes entraron al inmueble donde encontraron el cuerpo de la mujer sin vida.
Según declaró una vecina en el interior de la vivienda se escucharon gritos y una fuerte discusión, luego vio salir al hombre quien cerró la puerta del lugar con un candado.
Luego de realizar la correspondiente investigación, se determinó que la causa del deceso había sido por asfixia mecánica manual.
Las autoridades de Argentina están trabajando en la expedición de una captura internacional por homicidio agravado, para el sujeto del que se conoce huyó a Uruguay.
De Griselda González se supo que era profesora, vivía con su hija de 18 y su hijo de 15 años.