Científicos confirmado la existencia de un lago de lava en el cráter de un volcán activo en la remota isla subantártica Saunders, conocida como el "fin del mundo". El volcán en cuestión, llamado Monte Michael, había sido objeto de estudio desde hace varias décadas debido a una anomalía térmica persistente en su cumbre.
Los pocos datos obtenidos desde el espacio habían despertado la curiosidad de los vulcanólogos. La expedición liderada por la doctora Emma Nicholson, del University College London, fue la primera en escalar la cima del volcán y confirmar la presencia del lago de lava.
Según la doctora Nicholson, los volcanes con "ventilación abierta" suelen tener estos puntos críticos con lagos de lava activos en sus cumbres. Sin embargo, los lagos de lava estables son una rareza geológica y solo siete de los aproximadamente 1.500 volcanes activos en la Tierra han albergado uno actualmente o recientemente.
La ubicación remota del Monte Michael y la emisión continua de gases lo convierten en un laboratorio natural ideal para estudiar cómo las emisiones del volcán afectan el medio ambiente local. La Isla Saunders se encuentra a unos 2.000 kilómetros de las Islas Malvinas, los vecinos habitados más cercanos.
El equipo de científicos esperaba utilizar parte de la nieve virgen de la isla para beber agua durante la expedición, pero se encontró con una sorpresa desagradable: la nieve era profundamente ácida y completamente imposible de beber. Este hallazgo indica cuánto está afectando el volcán al medio ambiente de la isla.
La Isla Saunders es parte de las Islas Sandwich del Sur, un archipiélago volcánico que se extiende a lo largo de unas 350 kilómetros del Océano Antártico. Este tipo de arcos de islas se encuentran en todo el mundo y se forman donde dos de las placas tectónicas de la Tierra chocan y una es forzada debajo de la otra.
El equipo espera que los resultados de su investigación contribuyan a mejorar los pronósticos de erupciones y las capacidades de monitoreo en volcanes en áreas pobladas, así como arrojar nueva luz sobre cómo se desarrollan los arcos volcánicos a lo largo del tiempo geológico.
En resumen, la confirmación de la existencia de un lago de lava en el Monte Michael es un descubrimiento importante que abre la puerta a nuevos estudios y avances en la comprensión de los volcanes y su impacto en el medio ambiente.