Electrodomésticos que apagados consumen energía, pero si los desconecta se pueden dañar
Cada aparato gasta muy poca energía, generalmente por debajo del 0,5 % del consumo total. Sin embargo, el problema aparece cuando en una vivienda hay varios equipos conectados al mismo tiempo.
Electrodomésticos se dañan si se desconectan frecuentemente
En muchos hogares hay aparatos que, aunque parecen apagados, siguen consumiendo electricidad. Televisores, decodificadores, consolas, computadores y otros dispositivos permanecen conectados durante todo el día y, al sumarse, terminan impactando de forma directa la factura de energía. Es un consumo silencioso que pasa desapercibido, pero que mes a mes se refleja en el bolsillo.
Este fenómeno se conoce como energía en espera o stand by. Se trata de la electricidad que utilizan los dispositivos cuando no cumplen su función principal, pero siguen conectados a la red. Así lo ha explicado Standby Power, un programa de investigación del Lawrence Berkeley National Laboratory, en Estados Unidos, que desde hace años estudia este tipo de consumo.
De manera individual, cada aparato gasta muy poca energía, generalmente por debajo del 0,5 % del consumo total. Sin embargo, el problema aparece cuando en una vivienda hay varios equipos conectados al mismo tiempo. Allí, ese gasto mínimo se acumula y se convierte en un consumo constante que nunca se detiene.
Cómo identificar dispositivos con consumo en stand by
Electrodomesticos - Foto BLU Radio
De acuerdo con Standby Power, existe una regla sencilla para reconocer qué aparatos consumen energía incluso cuando están apagados. En la mayoría de los casos, se trata de dispositivos que cumplen al menos una de estas condiciones:
Se pueden encender con control remoto.
Tienen una luz LED o pantalla encendida en reposo.
Usan una fuente de alimentación externa.
Cuentan con batería interna.
Mantienen conexión permanente a internet o a la red eléctrica.
Según el estudio, estos son algunos de los equipos que más consumen energía en modo espera:
Decodificador: hasta 30 W.
Televisor: hasta 25 W.
Consola de videojuegos: hasta 25 W.
Sistema de Alimentación Ininterrumpida (UPS): alrededor de 25 W.
Equipo de sonido: entre 20 y 25 W.
Monitor: cerca de 20 W.
Computador portátil: alrededor de 20 W.
PC de escritorio: valores similares, cerca de 20 W.
VHS: unos 15 W.
Reproductor de streaming: entre 10 y 15 W.
Electrodomésticos que no se deben desconectar para ahorrar energía
Ante el alto costo de las facturas, muchas personas optan por desconectar todo. Sin embargo, esta práctica puede resultar contraproducente y terminar siendo más costosa por los daños que puede causar en ciertos electrodomésticos.
Las neveras encabezan la lista de aparatos que no deben desconectarse. Su funcionamiento depende de mantener una temperatura constante y cortar la energía, incluso por periodos cortos, rompe la cadena de frío y favorece la proliferación de bacterias.
Lavadoras y secadoras modernas incorporan sensores, placas electrónicas y software. Desenchufarlas con frecuencia puede provocar pérdida de configuración, errores de calibración e incluso daños irreversibles en la placa base.
En el caso de los lavavajillas, la programación digital gestiona el uso de agua y la eficiencia energética. Las desconexiones constantes pueden generar fallas en los sensores y afectar la calidad del lavado.
El router wifi también es un equipo que se recomienda mantener encendido. Muchos proveedores realizan actualizaciones nocturnas y, si está desconectado, la red doméstica puede quedar sin mejoras de seguridad o estabilidad.
Hornos y placas de inducción requieren una alimentación estable debido a la alta potencia que manejan. Sus enchufes no están diseñados para manipularse a diario y hacerlo puede generar arcos eléctricos, aumentando el riesgo de cortocircuitos o incendios.
Por último, los televisores OLED realizan procesos internos incluso cuando están apagados, como la actualización de píxeles para evitar el “quemado de pantalla”. Desconectarlos impide que esos ciclos se completen y reduce la vida útil del panel. El consumo en reposo es tan bajo que no compensa el riesgo de dañar el equipo.