Lo que llamamos IA es simplemente un componente de la tecnología, algo que denominamos el aprendizaje automático. La IA requiere una base de hardware y software especializados para escribir y entrenar algoritmos de aprendizaje automático. Ningún lenguaje de programación es sinónimo de IA, pero Python, R, Java, C++ y Julia tienen características similares entre los desarrolladores de IA.
En general, los sistemas de IA funcionan ingiriendo grandes cantidades de datos y etiquetándolos, analizando los datos en busca de correlaciones y patrones, y utilizando estos patrones para hacer predicciones sobre estados futuros.
Es por este motivo que las nuevas técnicas de IA generativa mejoran rápidamente y pueden crear textos, imágenes, música y otros productos realistas, ya que reciben ejemplos de texto y aprenden a generar intercambios con personas. Además, una herramienta de reconocimiento de imágenes puede aprender a identificar y describir objetos en imágenes revisando millones de ejemplos.
Por otra parte la IA demuestra algunos de los comportamientos asociados a la inteligencia humana, tales como la planificación, el razonamiento, el aprendizaje, la manipulación y la creatividad. Estos comportamientos están encapsulados en algoritmos de IA que buscan crear sistemas expertos que realicen predicciones o clasificaciones basadas en datos de entrada.
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¿Qué tipos de IA existen?
Existen dos tipos de Inteligencia Artificial: IA fuerte e IA débil o narrow.
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IA fuerte: conocida también como Inteligencia Artificial general (AGI). Describe una programación que puede replicar las capacidades cognitivas del ser humano. De hecho un programa de Inteligencia Artificial fuerte debería pasar la famosa prueba de Turing para ser llamada de esta manera.
Narrow AI: Este tipo de IA que está diseñado y programado para completar una tarea que se le ha entregado de manera puntual sin expansión de aprendizaje. Entre este tipo se encuentran los robots enfocados en una sola función como los asistentes personales virtuales, entre los que se encuentran Alexa y Siri de Apple.
Por otra parte, la Inteligencia Artificial permite realizar a las máquinas tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Además, abarca diversas tecnologías y aplicaciones que permiten a las computadoras simular la estructura cognitiva humana. Entre estas estructuras encontramos el razonamiento, el aprendizaje continuo y la resolución de problemas.
Este aprendizaje implica algoritmos y modelos estadísticos que le dan la función a las computadoras de analizar e interpretar datos de forma automática y elaborar a partir de ellos predicciones o decisiones basadas en ese aprendizaje, que ya no requeriría programación puntual.
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