La cascada escondida en Antioquia donde aún sobrevive una especie en vía de extinción
El sitio, en los últimos años, ha venido posicionándose como destino de turismo ecológico y de desconexión cerca de Medellín.
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En el corazón del oriente antioqueño, a poco más de dos horas de Medellín, se esconde uno de los tesoros naturales más impresionantes que ofrece esa subregión de Antioquia: la cascada Matasanos. Esta se ubica en el municipio de Concepción, reconocido -entre otras cosas- por su arquitectura colonial.
Sobre la cascada Matasanos se puede decir que es un destino aún desconocido para muchos viajeros. Llegar hasta ese lugar requiere una caminata de dificultad moderada, atravesando senderos ecológicos, algunos ríos pequeños y montañas que protegen este rincón del departamento.
Una vez en Matasanos, los turistas pueden aprecias sus aguas cristalinas que descienden entre rocas cubiertas de musgo, en jurisdicción de este municipio que, además, es declarado Bien de Interés Cultural de la Nación por su arquitectura colonial y su historia ligada al prócer José María Córdova.
Pero la cascada Matasanos, lejos de ser solo un paisaje natural para turistas, es también, de acuerdo con el portal de turismo 'Antioquia Es Mágica', un lugar para "apreciar al Pato de los Torrentes, una especie en vía de extinción que hace parte de la riqueza natural" del sitio.
En los últimos años, Concepción ha venido posicionándose como destino de turismo ecológico. Además de la cascada Matasanos, el municipio cuenta con otros atractivos naturales como los charcos El Aguacate, La Planta y Los Payasos, además de su icónico centro histórico empedrado.
Para llegar hasta la cascada Matasanos, en Concepción, se toma la vía a Barbosa y luego se desvía hacia el municipio mencionado. El recorrido dura aproximadamente dos horas y media. Desde el casco urbano, la caminata hasta la cascada puede durar entre 45 minutos y una hora.
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Para visitar el municipio, y más exactamente la cascada Matasanos, es recomendado llevar calzado adecuado, no dejar residuos, evitar el uso de jabones en el agua y abstenerse de hacer fogatas o emitir ruidos fuertes que alteren la fauna.