Santa Marta cumple 500 años: cinco 'joyas ocultas' para visitar, según la IA
Estos destinos en Santa Marta, donde la naturaleza, la cultura y el silencio son protagonistas, son ideales para viajeros que buscan autenticidad y tranquilidad.
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Cuando se habla de Santa Marta, es común pensar en El Rodadero, el Parque Tayrona o Taganga. Sin embargo, la ciudad y sus alrededores guardan tesoros turísticos poco explorados, perfectos para quienes buscan experiencias auténticas y lejos del bullicio. Aquí te presentamos cinco joyas ocultas que merecen estar en tu próxima ruta.
Por ejemplo, Poza Encantada, ubicada en la vereda Mendihuaca, es un oasis escondido entre la selva. Allí, una cascada alimenta una poza de aguas cristalinas rodeada de vegetación virgen. El acceso es complicado y se requiere vehículo 4x4, lo que ha mantenido este sitio como un secreto bien guardado.
La inteligencia artificial también resalta, como plan alternativo en Santa Marta, visitar la comunidad indígena de Seydukwa, del pueblo Arhuaco. "Esta población abre sus puertas a quienes desean conocer su espiritualidad, aprender del tejido de mochilas y compartir saberes sobre el AYU, una hoja sagrada para ellos", agrega Chat GPT, señalando que esta es "una vivencia transformadora, solo posible con autorización previa".
Otro rincón poco explorado es la cascada Los Tres Chorros, ubicada en la Zona Bananera. "Es un lugar rodeado de árboles frondosos y aguas frescas, ideal para pasar un día de descanso lejos de la ciudad", dice la IA. Además, "su bajo perfil turístico la convierte en una joya del ecoturismo local"
En atractivos más rurales, en el corregimiento de Bonda se encuentra la Piedra Donama, una formación natural vinculada a leyendas indígenas. Pocos la conocen, pero los lugareños cuentan historias que conectan con los mitos de la Sierra. Un lugar para escuchar relatos orales y desconectarse del tiempo.
Por último, está el sendero de Nueve Piedras, "dentro del Parque Tayrona, pero alejado de las playas más concurridas". El lugar permite disfrutar de una caminata que "revela símbolos sagrados tallados en piedra por los pueblos ancestrales", por lo que la inteligencia artificial la califica como "una ruta espiritual y silenciosa, ideal para reconectar con la historia profunda del territorio".