Quedamos sorprendidos, la renuncia parecía parte del ritual: Darío Castrillón

los cardenales presentes desconocían la decisión que por supuesto los tomó por sorpresa. “Quedamos tremendamente sorprendidos porque al final, como si fuera parte del ritual, el Santo Padre presentó su renuncia. Entró por una puerta cercana al trono, oró en latín y luego salió sonriente, como si nada”, dijo. El Consistorio, donde se discutían las canonizaciones de nuevos santos y beatos, le sirvió a Benedicto XVI para anunciar al mundo la decisión de dejar la silla de Pedro desde el próximo 28 de febrero a las 8:00 p.m. (hora de Roma). “A las 8 de la noche queda vacante la silla de Pedro. Él no dio ninguna norma distinta a la que da el derecho canónico (…), como hombre moderno lo hizo con toda precisión, salió sonriente, normal, como si no hubiera pasado nada. Los cardenales nos quedamos comentando esa sorpresa y viendo qué va a ocurrir enseguida”. En el momento de su renuncia, “recuperará su nombre (Joseph Ratzinger), ya no será Benedicto XVI y no podrá entrar al conclave”. Según el monseñor Castrillón, “a las 8:01 terminan los dicasterios y asume el gobierno de la Iglesia el camarlengo, Tarsicio Bertone, secretario de Estado, quien citará a todos los cardenales del mundo para encerrarse libremente a tomar la decisión”. Asimismo, Castrillón confirmó que quedó para el 12 de mayo la canonización de la madre Laura y que desconoce si esta renuncia de Benedicto XVI pudiera afectar el cronograma y que el cónclave, que elegirá a su sucesor, se dará a mediados de marzo como casi siempre. En opinión del máximo cardenal colombiano en el Vaticano, el nuevo líder de la Iglesia debe “conservar el deposito de la fe” pese a alguna tener apertura con otras formas culturales, siempre que sean compatibles con el evangelio.