En estas épocas de las redes, en las que todo el mundo se siente obligado a dar su opinión y sentar cátedra de temas que no conoce en profundidad, vale la pena volver a destacar el derecho a nosaber.
No podemos dejar que el ambiente de guerra de las redes se trasladé a nuestros espacios. Ese maniqueísmo que lleva a creer que unos son los ángeles y otros los diablos no es cierto.
No tengo la solución y realmente dudo que alguien la tenga desde la montaña de su ego, pero sí creo que es necesario que trabajemos para tener la mejor actitud.