Su propósito es identificar, fortalecer, conectar y visibilizar a personas con alto potencial de impacto social en los ámbitos comunitario, educativo, público, político o empresarial.
La iniciativa busca ir más allá de la tradicional proyección cinematográfica, apostándole a un espacio moderno donde convergen arte, gastronomía, cine e innovación.
El barrio donde vivía el menor vinculado en el atentado a Miguel Uribe ha sido mencionado como un entorno con presencia intermitente de redes de microtráfico y disputas.