Pese a todas las advertencias, campañas y precauciones tomadas, la cifra de quemados por el uso y abuso de la pólvora se mantuvo muy alta en el departamento del Atlántico.
En efecto, de acuerdo con las autoridades de salud, entre el 7 y el 8 de diciembre pasado, día de la Inmaculada Concepción o de las velitas, se presentaron 9 casos de menores y adultos quemados en el departamento por el uso de la pólvora.
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La cifra muestra que se avanzó muy poco en la prevención de accidentes por el uso irresponsable de la pólvora.
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Pese a las campañas adelantadas por las secretarías de Salud departamental y distrital, así como por la Policía y otras autoridades, el número de quemados se mantuvo.
Algo está fallando para que esa cifra vergonzosa se mantenga, todavía no hay conciencia del daño irreparable que causa la pólvora en menores y adultos, empezando por la propia vida de las personas y por su integridad.
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Es necesario redoblar esfuerzos para que no se presente un solo caso de quemado en el departamento y en Barranquilla en lo que resta del año.
¡Ni uno solo! Un accidente por la manipulación los llamados fuegos artificiales significa una tragedia para una familia y es necesario evitarla.
Hay que intensificar las campañas para desestimular el uso de la pólvora, así como los operativos policiales para desmontar las llamadas "fábricas clandestinas" y los expendios ilegales donde se comercializa la pólvora.
No hay que ceder un milímetro en ese propósito, ni en el cumplimento de la meta de no registrar un solo caso de menores y adultos quemados en la temporada de Navidad y Año Nuevo