“Salimos con poca ropa, con mis 4 hijos y nietos”: desplazada en Ituango

Mientras persiste la angustia de los más de 3.700 campesinos de Ituango que se encuentran en los albergues tras ser desplazados por los grupos armados ilegales, autoridades aumentaron hasta 100 millones de pesos la recompensa por los responsables de estos hostigamientos.La crisis se profundiza por derrumbes que impiden el ingreso de alimentos, combustible e, incluso, las condiciones climáticas han retrasado la entrega de ayudas humanitarias, que han tenido que ser entregadas vía aérea.Colchonetas tiradas en los pisos y muy colorida ropa campesina colgada en improvisados tendederos hace parte del paisaje que se observa en el colegio Pedro Nel Ospina de Ituango, que se convirtió en uno de los ocho albergues donde están alojados 3.721 campesinos desplazados por la insensata violencia pero también 1.548 habitantes afectados por las fuertes lluvias.El conflicto en un abrir y cerrar de ojos sacó de sus hogares a estos pobladores que, en algunos casos, son el reflejo de la revictimización como doña María Eugenia Ortiz que salió con dos mudas de ropa, con sus cuatro hijos, el esposo y dos nietos.“Ya empacamos el día antes, creíamos que era mentira, pero lo que logramos empacar de a dos muditas de ropa y tocó quedarnos así”, relató la señora Ortiz.En esta escuela, hay niños y niñas jugando en la cancha pero como cualquier día de colegio, sino porque ellos también tuvieron que salir desplazados de sus veredas.Giovanni Castrillón dejó todo en la vereda El Cenizo y así como él, hay temor por perder los enseres y animales que dejaron abandonados en casa.“Es una cosa que yo no se la deseo a nadie, atemorizados, por perder las cositas, que tengamos en nuestras casas”, afirmó.El miedo solo necesitó una hora para cumplir la orden de los grupos armados, pues un campesino del corregimiento La Granja relató por qué se desplazaron….“Nos dijeron que nos teníamos que desplazarnos, que había que desocupar antes de una hora”, comentó.En medio de la angustia y la incertidumbre por la escasez de alimentos, combustibles e insumos médicos, las operaciones conjuntas de la Fuerza Aérea, la ONU y el Dagran permitieron la llegada de dos helicópteros a Ituango con más de tres toneladas de ayudas humanitarias para atender la crisis económica y social.Sin embargo, el clima sigue siendo un enemigo constante de Ituango, porque no solo hay más de 50 derrumbes que aíslan a este municipio, sino que las lluvias y la nubosidad han afectado las operaciones aéreas.