Calamidad pública en Copacabana por deslizamiento que deja casi 300 afectados

Las lluvias generaron un deslizamiento de tierra que tiene en jaque a la vereda Ancón II, zona rural de Copacabana, norte del Valle de Aburrá, donde 10 familias debieron abandonar sus casas por el riesgo inminente y otras 60 están en algún grado de riesgo.El problema va más allá. El deslizamiento de tierra amenaza con afectar los oleoductos, gasoductos y poliductos que abastecen parte del Valle de Aburrá, incluso, desde hace dos días los afectados denuncian un fuerte olor a gar en la vereda, producto de presiones a uno de los tubos.La delicada situación obligó al alcalde de Copacabana a declarar calamidad pública en su municipio porque se prevén más lluvias y con ellas más movimientos en masa. “Estas 70 familias, de 70 casas, se pueden convertir en una sola tragedia porque el efecto puede ser dominó: se mueve la primera casa y caen todas porque un muro sostiene el otro. La situación de verdad es muy preocupante porque esto se está moviendo en masa y por el peso y la saturación del agua”, aseguró Oscar Restrepo, alcalde del municipio.Le puede interesar: Las diez zonas con mayor riesgo por el invierno en el paísEl mandatario local, además, insistió en que estos movimientos de tierra amenazan con afectar viviendas, empresas de la zona y, lo que sería un riesgo adicional, un poliducto, gasoducto y tuberías de conducción de agua para abastecer varios municipios de la zona, varias zonas del Valle de Aburrá.El censo de afectados está llegando a casi 300 personas de las 70 viviendas. La administración municipal también explicó que la declaratoria de calamidad pública es para tener los recursos con los que se pague un estudio de expertos con la Universidad Nacional para buscar una solución definitiva al problema.Vea también: Al menos 1.100 afectados deja el invierno en zona rural de Urrao, Antioquia Los estudios, se estima, cuestan 800 millones de pesos, por lo que en Copacabana esperan la intervención de la Gobernación, Corantioquia, Área Metropolitana y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.