Veedurías dan primer paso para impedir TransMilenio por la séptima
Este es el primer paso del equipo jurídico para cuestionar el proyecto.
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La defensa jurídica de la veeduría en contra de Transmilenio por la séptima hará presentación a las entidades de la administración distrital y el Concejo, de la vía gubernativa para aclarar dudas sobre este proyecto del gobierno de Enrique Peñalosa, proceso que estará en cabeza del exmagistrado Jorge Iván Palacio.
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El agotamiento de la vía gubernativa no solo significa un requisito para acudir ante la jurisdicción contenciosa para buscar la nulidad actos administrativos, sino que es un instrumento de comunicación entre la administración pública y las personas.
Este se constituye en el primer paso al que acude el equipo jurídico que busca evitar que la administración del alcalde Enrique Peñalosa desarrolle el proyecto Transmilenio por la séptima.
El exmagistrado Gustavo Gómez Aranguren le explicó a Blu Radio que ya está listo el documento con el cual pretenden cumplir la vía gubernativa y deben presentarlo a la Alcaldía Mayor, al IDU y a los entes de control como la Personería, la Contraloría con la supervisión de la Procuraduría General, este proceso tendrá 15 días hábiles para buscar consensos entre comunidades y Alcaldía Mayor.
“Si el distrito y las entidades de control crean espacios de diálogo creo que se podría buscar una solución para el desarrollo positivo de la ciudad, ese es el objetivo de la veeduría por la séptima. Si por el contrario el distrito insiste en su proyecto de construir la Troncal de Transmilenio por la séptima, naturalmente eso significaría que el conflicto evolucionaría hacia la intervención judicial y en ese escenario lo que procede es la presentación de la demanda de carácter popular con el objetivo de obtener, a través de la medida cautelar, la suspensión de la obra”, dijo el exmagistrado Gómez Aranguren.
Para el equipo jurídico, la obra tiene un significado patrimonial demasiado grande, no solo en recursos económicos, sino también la carga vital de dañar el trayecto desde la calle 32 hasta la 200.
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“Es una obra de mucha trascendencia, de acuerdo con lo que se ha venido trabajando, y existen diversos argumentos para pensar en las dificultades que hay en toda su dimensión. Es decir, insistir en lo que no le va a servir a la ciudad es una situación que amerita una pausa y una reflexión, además no tenemos la financiación suficiente para asegurar que esa obra no compromete al distrito por lo menos en 20 años”, concluyó.
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