Un delincuente reincidente permanece en el hospital de Engativá reponiéndose de una violenta golpiza que le propinó la comunidad después de cometer un hurto en la localidad.
Lo que no se esperaba era que en el mismo hospital los agentes que lo trasladaron se sorprendieron cuando descubrieron, en uno de sus tobillos, un brazalete electrónico que le había asignado el Inpec a este hombre, ya que gozaba de detención domiciliaria. También se conoció que tenía antecedentes por tráfico y porte de estupefacientes.
El comandante de la estación de Policía de Engativá, mayor Miguel Rojas, aseguró qué el hombre se encontraba fuera del perímetro de su vivienda cuando se registraron los hechos. Además, portaba un arma de fuego.
El detenido hace parte de los 36.538 presos que tienen casa por cárcel en el país y también de los 5.330 que son monitoreados con un brazalete electrónico.
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