El Gobierno contra la prensa: Editorial Óscar Montes

Al Gobierno Nacional no le gusta que los medios de comunicación sean críticos con algunas de sus decisiones. Prefieren a los periodistas en la misma orilla y no en la contraria, ejerciendo el control que les corresponde, como veedores y voceros naturales de la sociedad. Cualquier posición que asuman los periodistas que no esté alineada con la del Gobierno es refutada de inmediato por sus más connotados representantes, desde el mismo presidente de la República, Juan Manuel Santos, hasta alguno de sus ministros, como el de defensa, Luis Carlos Villegas. En efecto, tanto Santos como Villegas decidieron en los últimos días cuestionar el papel de la prensa, hasta el punto de responsabilizarla de los males nacionales o de la crisis actual que vive el país. El Presidente ha dicho que los medios de comunicación sólo destacan las noticias negativas y desconocen todo lo bueno que el Gobierno hace en distintos frentes. Santos ,que ha sido periodista y que proviene de una familia con una destacada tradición en medios de comunicación, como quiera que fue durante muchos años dueña del diario El Tiempo, considera que el pesimismo nacional es culpa de los medios de comunicación y de nadie más. Y el ministro de defensa, por su parte, justifica su absoluta falta de gestión y su fracaso al frente de esa cartera, señalando a los periodistas de mentir acerca de hechos muy delicados para la seguridad nacional, como sucede con la ocupación de aquellos terrenos donde antes había presencia de las FARC y que hoy son copados por el ELN o de otras organizaciones criminales. Es decir, para Villegas la culpa de que el Estado no haya hecho presencia en los espacios dejados por los guerrilleros de las FARC, como es su obligación, es de los periodistas que denuncian el hecho y no de quienes, como él, deben estar al frente de las decisiones que impidan que a ellas lleguen nuevos actores armados ilegales. La culpa es -claro- del mensajero portador de las malas noticias. Igual sucede con otros altos funcionarios del Gobierno nacional. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, también sostiene que los indicadores de la economía nacional nunca antes habían sido tan positivos, pero que los medios de comunicación solo destacan los que no son tan alentadores. La canciller, María Ángela Holguín, también afirma que habiendo tantas cosas buenas para mostrar, los periodistas insistimos en ver lo negativo, especialmente no en lo que tiene que ver con Venezuela. Ante estos señalamientos hay que repetir una vez más que la prensa no está para servir de correa de transmisión o caja de resonancia de los gobiernos, sean nacionales, regionales o locales. Esa no es su función, su función es la búsqueda de la verdad y la vigilancia de los gobernantes y cumplir con ella no convierte a los periodistas en sus enemigos. Pretender justificar los fracasos o la ineptitud del Gobierno o de algunos de sus altos funcionarios, señalando a los medios de comunicación es, sin duda, un grave error, pues no son los periodistas quienes diseñan o ejecutan las políticas gubernamentales, ni quienes disponen de los recursos para su implementación. Son quienes vigilan para que dichas políticas o iniciativas se cumplan a cabalidad, y esa es la única función que no pueden dejar de cumplir.

El Gobierno contra la prensa: Editorial Óscar Montes

El panelista Óscar Montes habló sobre el papel de la prensa y la opinión del Gobierno sobre ello.

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