Familias que habían retornado a sus fincas nuevamente se están viendo afectadas por las inundaciones del río Cauca, cuya creciente súbita sobrepasó el jarillón que apenas terminó de construir el Gobierno el pasado primero de marzo para cerrar el boquete abierto en la zona de Cara e Gato, Bolívar.
En total 70 metros de longitud se vieron afectados y por eso el contratista está trabajando en el realce del dique para recuperar la estructura, al tiempo que realiza dragados y otras labores para reducir el impacto del río; sin embargo, 80.000 familias se sienten en riesgo latente, como lo manifestó el líder ganadero Israel Callejas.
"La emergencia está reiniciándose, a los que creían que ya podían estar a salvo de las inundaciones les va tocar volver a los sitios de refugio, donde pueden estar más seguros", dijo.
"Este sigue siendo un problema de tipo social que debe ser considerado por el Gobierno, una emergencia que debe ser tenida en cuenta con todas sus consecuencias en materia de alimentación, salubridad y todo lo demás", agregó.
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El gobernador de Sucre, Héctor Espinoza, pidió a EPM que desde Hidroituango se disminuya el flujo de agua del río Cauca, lo anterior para evitar que se siga rebosando en la zona de los trabajos.
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"Me dieron una respuesta positiva, comenzarán precisamente con una reducción gradual del flujo del Cauca mediante el aumento de los volúmenes del embalse y espero que esto nos ayude a mejorar la situación en el Cauca bajo", dijo.
La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres informó que en la zona trabajan siete retroexcavadoras de oruga, ocho volquetas, una draga y dos botes con la máquina piloteadora para realzar las plataformas y solucionar la situación.
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