La fiesta de la Inmaculada Concepción: Columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre la fiesta de las velitas.
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El mundo católico se dispone a celebrar el día de la Inmaculada Concepción. Se trata de una fecha muy especial, cuya tradición se remonta al 8 de Diciembre de 1854, cuando el papa Pío Nono, aceptó la solicitud de la corona española de conmemorar a partir de esa fecha el nacimiento de la Virgen María, madre de Jesús.
La fiesta de la Inmaculada Concepción hace parte, pues, de las celebraciones religiosas de América Latina, heredadas de España.
De ahí que esta noche y en la madrugada de mañana 8 de Diciembre, países como Argentina, México, Chile y Perú, entre otros, también la celebren con fervor.
Pero hay que decir que lo que comenzó como una fiesta religiosa terminó convertida en una fiesta pagana, en la que priman la parranda y el licor.
La "fiesta de las velitas", como también es conocida, es para buena parte de los católicos del mundo el comienzo de las fiestas de Navidad, en las que abundan los excesos en el consumo de alcohol y los desenfrenos de todo tipo.
La "fiesta de las velitas" es una fecha muy especial para quienes profesan la fe católica y debe servir para renovar su creencia en uno de los dogmas que la sostiene, como es el de la "Concepción sin pecado de la Virgen María".
No es una fiesta pagana, ni es ocasión para abusar del licor, ni tampoco para disponer de manera irresponsable de los fuegos pirotécnicos, las luces de bengala y otros productos que ponen en riesgo la integridad y la vida de las personas, en especial la de los niños.
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El llamado es a las autoridades para que sean muy rigurosas en la noche de hoy y la madrugada de mañana en la aplicación de las normas que regulan y sancionan el abuso de licor y el manejo irresponsable de la pólvora.
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Celebremos la fiesta de la Inmaculada Concepción en familia, con amigos y en paz y armonía. Que esta fecha sea la ocasión perfecta para expresarle a nuestros seres queridos todo el afecto, el cariño y el amor que sentimos por ellos.
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Que hoy podamos decirles cuánto los queremos y los felices que somos por contar con ellos en nuestras vidas.
Que la Inmaculada Concepción nos llene de gozo y de mucha paz espiritual para que podamos disfrutar con alegría de este día tan especial.