Luto vallenato: Editorial Heberto Amor

Siempre que ocurre un accidente en el que alguien pierde la vida, comienzan a tejerse diversas hipótesis acerca de las causas que lo originaron y a establecer responsabilidades, unas veces ajustadas a la realidad y otras especulando sobre el tema.

En el caso ocurrido la mañana del viernes Santo 14 de abril en la carretera entre los departamentos de Bolívar y Sucre en el sector conocido como Aguas Negras, hay más de un responsable.

Martín Elías Díaz Acosta, uno de los artistas de mayor reconocimiento en el mundo vallenato actual perdió la vida en circunstancias absurdas.

Las redes sociales, los medios masivos y los pregoneros de esquina, todos tuvimos acceso a información fragmentaria que poco a poco se fue consolidando.

Lo primero en horas de la mañana una vez se supo del accidente, fue el rumor corriendo en las calles sobre la muerte de Martín Elías, no había confirmación oficial, aunque se hablaba de reportes médicos y solicitudes de traslado del joven artista gravemente herido para que en un avión ambulancia lo llevaran a Bogotá.

Sus familiares llegaron al Hospital de Sincelejo para conocer detalles de su estado de salud, mientras las redes sociales y medios se encargaban de contar su verdad.

Videos, fotografías y testimonios atribuían el hecho a la aparición intempestiva en la vía de una motocicleta con dos personas que en estado de embriaguez se le habrían atravesado a la lujosa camioneta en la que se desplazaba Martín Elías; que el vehículo viajaba a 220 kilómetros por hora, que sólo era a 170, que si había una moto en la carretera o era un hueco disimulado.

Poncho Zuleta y otros artistas reconocidos expresaron sus condolencias y enviaron consejos a los músicos de la nueva ola del vallenato para que dejen de exponer sus vidas en las carreteras del Caribe.

El pulmón de Oro citó su caso y dijo que por eso "él viaja en el bus con sus compañeros de agrupación bajo los cuidados de un conductor experimentado que les garantice la seguridad".

Independientemente de eso y una vez confirmado que Martín Elías murió hacia las horas del mediodía, lo cierto es que ahora toca reflexionar sobre responsabilidades.

Sí, es cierto que en este caso como en otra decena de accidentes ocurridos a artistas vallenatos la velocidad ha sido un factor incidental.

Luis Cuadros, Patricia Teherán, Kaleth Morales, Martín Maestre, Leonardo Gómez, Adanies Díaz, Jesús Manuel y Hernando Marín, murieron en accidentes asociados a exceso de velocidad, pero en todos esos casos el estado de la vía ha jugado un papel determinante.

Un hueco en la vía le costó la vida a Kaleth Morales, un montículo en la carretera acabó con Adanies Díaz y muchos baches en el tramo de la transversal del Caribe cercano a Aguas Negras en San Onofre pudo ser la causa de la muerte de Martín Elías.

Una comisión especial de la Policía de Tránsito investigará en el sitio para dar su veredicto.

Ojalá aclaren que, si bien el vehículo se desplazaba a una alta velocidad, tal vez de no haber estado la carretera en tan mal estado otra hubiera sido la suerte del artista.

En esa vía que fue entregada en concesión hace dos años, el último arreglo se hizo en 2011, existen allí tres peajes en un tramo de menos de 150 kilómetros y una de esas casetas cobra la más alta tarifa del país.

En el mes de enero fuimos testigos del mal estado de la carretera, quienes manejamos a menos de 80 kilómetros por hora, sentimos miedo de transitarla, no quiero pensar el vértigo que produce ir a más alta velocidad, presionados por el tiempo y agobiados por el cobro del peaje tan alto, para que olímpicamente cuando hay una tragedia, se le atribuya toda la responsabilidad al exceso de velocidad.

El vallenato está de luto, mientras el concesionario de la vía llena sus arcas con los recaudos sin hacer un reparcheo.

Paz en la tumba de Martín Elías, el látigo cuya vida se truncó en la carretera.