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Como Miguel Ricardo Largo Arenas, fue identificado el ciudadano colombiano, quien ante la situación de violencia que vivía en la zona rural del municipio de Tuluá, Valle del Cauca, decidió migrar hacia México, sin imaginarse que iba encontrar la muerte en un lago del país azteca.
Las primeras hipótesis sobre la muerte de este tulueño en el lago Tequesquitengo, a 110 kilómetros de la capital del país centroamericano, es que, al parecer, murió ahogado por ingresar al agua en estado de embriaguez.
El hombre de 26 años de edad, deja un hijo de seis años y a su esposa, ahora su familia está buscando la forma de repatriar el cuerpo.
“Se está haciendo una colecta para recoger alrededor de $4 millones, que es lo que cuesta el servicio de la funeraria y el traslado desde el aeropuerto”, aseguró Julio Cesar Rivera, amigo del fallecido.
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Familiares y amigos de Miguel Ricardo esperan que el cuerpo de este hombre pueda ser traído al país al terminó de esta semana.
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