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Desde hace nueve años nació Shoko, una marca de chocolates de la Fundación Montañas Azules para buscar recursos que permitieran ayudar a los pacientes y familiares que llegaban a Bucaramanga con poca plata y no tenían como sostenerse mientras los médicos lidiaban con la enfermedad en la Fundación Cardiovascular de Colombia.
La Fundación sostiene dos hogares de paso que con la venta de chocolates se han podido mantener.
“Tenemos capacidad para albergar hasta 70 familias. En los últimos cinco años se han beneficiado más de 4.000 y en la mayoría de los casos madres y sus hijos enfermos provenientes de veinticinco departamentos de Colombia”, aseguró Alba Lucía Rivero, coordinadora de la marca de chocolates.
La Fundación produce dulces como bombones y tabletas, destina todos sus ingresos para solventar necesidades básicas de pacientes de la FCV que vienen con sus familiares desde diferentes zonas del país y necesitan apoyo con el hospedaje, la alimentación y el transporte.
Los dos hogares de paso están ubicados en el barrio Villabel y en Cañaveral Alto.
“Yo vengo con mi niño Tiago, el niño fue operado en la clínica Fundación Cardiovascular, me han apoyado mucho en estos hogares de paso, les doy las gracias porque llegué sin un peso”, comentó Tais Manjarrés, una de las madres beneficiadas del proyecto social.
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