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Como parte de un proyecto para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, en una institución en San Gil, Santander, las directivas piden los celulares antes de iniciar la jornada académica y los entregan al finalizarla.
Según explica el coordinador Liceo Superior Rafael Pombo, Freddy Cediel, los alumnos ingresaban a redes sociales durante clases, camuflando los dispositivos móviles dentro de las cartucheras, los bolsos o los cuadernos.
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Ante esa problemática, las directivas dialogaron con la comunidad educativa para iniciar un proyecto que les permitiera educar a los estudiantes en el uso adecuado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC.
“Adaptamos un locker para que los estudiantes depositen los celulares y faltando 10 minutos para que finalice la jornada los toman”, informó.
Este armario permanece abierto para que los jóvenes tomen sus celulares cuando necesiten consultar información o realizar exposiciones.
A diferencia del proyecto de ley con el que pretenden prohibir el uso de celulares en los colegios, esta no es una medida de prohibición sino un método para incentivar a los estudiantes a que utilicen los dispositivos como una herramienta didáctica, con fines académicos, para que mejoren su rendimiento, aclaró el coordinador.
De los 400 alumnos que estudian en el Liceo Rafael Pombo, 150 decidieron acoger la iniciativa, dejando los teléfonos en el casillero antes de entrar a clases.
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