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Los padres de estudiantes de algunos colegios públicos de Bucaramanga crearon un frente de seguridad para vigilar que expendedores de sustancias alucinógenas no se acerquen a venderles a los jóvenes.
Los encargados de vigilar ubican los puntos más vulnerables de instituciones educativas y allí están pendientes de los estudiantes que ingresan y salen.
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“Nuestra preocupación es que siga avanzando esta problemática, por eso nos unimos padres de familia, profesores, el rector del colegio y la psicóloga para evitar y reeducar a nuestros hijos para que no consuman esas drogas”, dijo Elsa Díaz, una de las madres.
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Otra de las madres agradeció el apoyo a las autoridades por los recientes operativos en los que han capturado a presuntos vendedores de marihuana y cocaína, sin embargo, pidió mayor presencia de la Policía de Infancia y Adolescencia en los colegios.
Entre tanto, los padres continuarán vigilando a los menores para mantenerlos alejados de problemas como la drogadicción por culpa de la bandas de microtráfico.
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