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¿Debo quitarme los zapatos al entrar en casa?

La atención suele centrarse en el entorno exterior, como la calidad del suelo, el aire y los riesgos ambientales para la salud pública, pero ¿qué pasa con lo que llevamos a casa?

Zapatos en casa
Zapatos en casa
AndreyPopov/Getty Images/iStockphoto

Imagine esto: ha estado caminando por la calle y, de repente, pisa algo desagradable. De inmediato, usted se asegura de limpiar sus zapatos. Sin embargo, ¿qué sucede cuando llega a casa? ¿Siempre se quita los zapatos en la puerta? Para muchas personas, esto no es una práctica común, pero debería serla.

La ciencia se inclina hacia la idea de quitarse los zapatos al entrar a casa. ¿Por qué? Hay una serie de contaminantes en su hogar y es importante entender cómo llegan allí. Mientras que la atención suele centrarse en el entorno exterior, como la calidad del suelo, el aire y los riesgos ambientales para la salud pública, cada vez hay más interés en la regulación de la calidad del aire interior.

Las razones

Mientras usted camina por la calle los zapatos recogen una gran cantidad de sustancias dañinas y microorganismos. Algunos de estos microorganismos son patógenos resistentes a los medicamentos, incluidos los agentes infecciosos asociados a hospitales que son muy difíciles de tratar. Además, sus zapatos pueden traer toxinas cancerígenas de los residuos de carreteras asfaltadas y productos químicos endocrinos utilizados en céspedes.

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Charles J. Weschler, un científico reconocido en el campo de la calidad del aire interior y la exposición a contaminantes en entornos domésticos, ha estudiado en profundidad cómo los contaminantes ingresan a nuestros hogares y se depositan en el piso. Algunos de los mecanismos comunes incluyen:

  • Entrada de partículas desde el exterior: las partículas finas, como el polvo y el polen, pueden ingresar a través de las ventanas abiertas, las puertas o a través del sistema de ventilación. Estas partículas pueden acumularse en el piso con el tiempo.
  • Ropa y calzado: cuando salimos al exterior, nuestra ropa y calzado pueden recoger contaminantes y traerlos a casa. Esto es especialmente relevante en áreas urbanas donde hay contaminación del aire o sustancias químicas presentes en las calles y aceras.
  • Productos químicos y materiales en el interior: algunos productos de limpieza, muebles, alfombras y otros materiales en el interior de nuestras casas pueden liberar compuestos químicos volátiles, como formaldehído o benceno, que se depositan en el piso.
  • Actividades domésticas: actividades cotidianas como cocinar, fumar, quemar velas o incienso también pueden liberar contaminantes en el aire que luego se depositan en el piso.

Según la doctora María López, experta en microbiología, nuestros zapatos acumulan una gran cantidad de bacterias y gérmenes provenientes del suelo, como E. coli o el estafilococo. Al ingresar a nuestro hogar con los zapatos puestos, esas bacterias pueden transferirse a nuestras alfombras, pisos y muebles, aumentando el riesgo de enfermedades e infecciones. Por lo tanto, quitarse los zapatos al entrar sería una medida preventiva para mantener un ambiente más saludable.

Además de los aspectos de higiene, algunos expertos también destacan los beneficios relacionados con la limpieza y la durabilidad de los pisos y alfombras. La arquitecta y diseñadora de interiores, Laura González, afirma que el uso continuo de zapatos en el interior de una casa puede causar desgaste prematuro en los pisos, especialmente en materiales como la madera o el mármol. Al prescindir de los zapatos, se evitan ralladuras y marcas que afectan la estética y la vida útil de los revestimientos. Además, las alfombras se mantienen más limpias y duran más tiempo si no están expuestas a la suciedad y el desgaste ocasionados por los zapatos.

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Para aquellos que deseen mantener un equilibrio entre la comodidad y la limpieza, existen alternativas intermedias. A continuación, se presentan algunas sugerencias de dónde dejar los zapatos al entrar a casa.

  1. Colocar un tapete resistente y fácil de limpiar en la entrada, para que las personas puedan limpiar sus zapatos antes de ingresar.
  2. Asignar un área específica cerca de la puerta de entrada para colocar los zapatos, como un zapatero o una bandeja.
  3. Tener un par de zapatillas o pantuflas disponibles para uso exclusivo en el interior de la casa.
  4. Establecer una política clara para los invitados, informándoles sobre la preferencia de quitarse los zapatos al ingresar.

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