¡Tensión al máximo! Roglic, Martin y Carapaz, el pulso por ‘la roja’ de Vuelta a España

Los siempre recargados Primoz Roglic (Jumbo Visma), Dan Martin (Israel) y Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) han mantenido el pulso por tercer día consecutivo, en otras tantas etapas de la 75 Vuelta a España, y las diferencias que les separan en la clasificación general son las bonificaciones que cada día se otorgan en la línea de llegada, aunque de momento el esloveno es el único que ha vestido la 'roja' como líder.Las rampas finales de la inédita y recargada Laguna Negra-Vinuesa soriana sirvieron al esloveno y líder, al irlandés y al ecuatoriano para abrir algunas mínimas diferencias entre los primeros clasificados, para nada definitivas con el español Enric Mas (Movistar) que terminó cediendo unos pocos segundos en los metros finales.El colombiano Esteban Chaves (Mitchelton Scott), que llegó recargado de ilusiones en la ronda española, se situó como principal damnificado que se dejó 1:06 tras sufrir una avería a 5 kilómetros de la llegada, lo mismo que el ganador de la jornada precedente, el español Marc Soler (Movistar) quien también se vio perjudicado por una incidencia mecánica.Si el Giro a solo tres días del final y con el Stelvio de por medio tiene a tres ciclistas en un margen de 15 segundos, con el holandés Wilco Kelderman (Sunweb) vestido de rosa seguido de su compañero el australiano Jai Hindley a 12, y el británico Tao Geoghegan Hart (Ineos Grenadiers) a 15; en la Vuelta 2020, con quince etapas todavía por disputar, el grupo de ciclistas que se encuentra a menos de un minuto se reduce a media docena.Tras Roglic, Martin a 5 segundos, Carapaz a 13, y Mas a 32, únicamente el británico Hugh Carthy (Education First) a 38 y el estadounidense Sepp Kuss (Jumbo Visma) a 44 se encuentran en la clasificación general dentro de un margen inferior al minuto.El más perjudicado de este tercer día de carrera ha sido sin ningún género de dudas el bogotano Chaves, que ha perdido el tren de cabeza por una inoportuna avería en el momento en el que la carrera ya estaba lanzada hacia su desenlace final. A partir de ahí su gran objetivo ha sido el de minimizar lo máximo posible la pérdida de tiempo.Volvimos recargados para ver a Esteban Chaves, que ha llegado a esta Vuelta a España con un golpe de pedal que no se le recordaba desde 2016, cuando firmó un doble podio en Giro de Italia (2º) y Vuelta a España (3º); y este contratiempo no debería impedirle volver a meterse en la pelea por una carrera, en la que, al menos por el inicio que ha protagonizado, parece estar capacitado para asumir.Condicionado por la crisis sanitaria del coronavirus y la suspensión de la salida en Utrecht y las tres etapas iniciales por los Países Bajos, la Vuelta se ha encontrado con el arranque de un tríptico montañoso que ya ha dejado claras cuáles son las fuerzas de los ciclistas y quienes pueden pensar en que pueden aspirar a hacerse con la 'roja' en propiedad.Roglic se bajó del podio en Madrid el 15 de septiembre de 2019 vestido de rojo, y en los tres primeros días de la Vuelta lo sigue vistiendo. Pero la Vuelta, como ha insistido Eusebio Unzué, "no ha hecho más que empezar" y todavía tiene todo por decidir.El primer día en Arrate de los 176 participantes, los ciclistas que se quedaron debajo del minuto con el líder fueron 17; al día siguiente en Lekunberri y tras pasar por el alto de San Martín de Aralar, ese grupo se redujo casi a la mitad, con solo 9 ciclistas. Hoy en la Laguna Negra-Vinuesa únicamente quedan media docena.Todavía no se puede hablar de criba definitiva, porque a partir de ahora lo que pueden comenzar son los movimientos tácticos, y hay más de un equipo que cuenta con más de una baza para pelear por el objetivo final de hacerse con la 'roja' en propiedad.El frío y la lluvia, que no han cesado de estar presentes en estos tres primeros días, pueden convertirse en dos factores que marquen la carrera. Los corredores reconocen que la recuperación muscular no es la misma que con temperaturas cálidas, y eso conforme se vayan consumiendo las etapas puede pasar factura. A ello puede sumarse el viento que sigue llamando a la puerta con discreción pero que en cualquier momento puede ser el elemento decisivo.