Después de que tanto el presidente Juan Manuel Santos como los negociadores de las Farc admitieran esta semana que es imposible firmar la paz el 23 de marzo -plazo que se impusieron hace seis meses-, Timochenko (alias de Rodrigo Londoño) señaló que sí tenían "muy avanzados" dos acuerdos sobre el alto el fuego bilateral y definitivo y el desmonte del paramilitarismo que esperaban presentar ese día.
"Ya habíamos hablado de que era imposible llegar al acuerdo final el 23 de marzo, pero podíamos sacar algo y qué mejor que el cese el fuego bilateral y definitivo, donde le podíamos anunciar a Colombia: ha terminado la guerra", afirmó Timochenko a EFE en La Habana, donde se desarrollan los diálogos de paz desde hace más de tres años.
Según contó, la negociación está ahora estancada a raíz de una crisis surgida en las discusiones sobre las zonas de ubicación, en las que se concentrará a los guerrilleros durante el alto el fuego bilateral.
El motivo ha sido, añadió, una propuesta del Gobierno sobre ese asunto que ha molestado a las Farc porque entienden que les conmina "a la rendición y a la entrega".
"Habíamos analizado las propuestas del Gobierno, las que nosotros llevamos e íbamos dispuestos a ceder, a confluir en una sola posición. Y ellos presentaron un documento que borró de tajo todo lo que habíamos trabajado hasta el momento", lamentó.
Para las Farc ese documento, presentado el 6 de marzo, supone volver a las posiciones de hace más de tres años porque "era casi el documento inicial" que el Gobierno planteó en la fase exploratoria previa a los diálogos de paz.
"El diseño que presentaron era prácticamente una cárcel en medio de la selva, sin contacto con la población civil. (...) En 50 años de guerra no pudieron sacarnos del medio y nos querían sacar a través de un acuerdo", aseveró.
Esta situación y "otros indicios" provocaron la desconfianza del jefe de las Farc que, según confirmó a Efe, en la madrugada del 7 de marzo mandó una circular interna a sus filas guerrilleras en la que les pedía que estuvieran "alerta" ante la posibilidad de una "jugada sucia" de la otra parte.
"Yo no digo que esto se rompió. No hay orden de combatir, de pelear o de romper el cese el fuego unilateral, no. Simplemente les digo cuídense, no se vayan a dejar matar", contó sobre el contenido de ese comunicado interno.
En cualquier caso, Timochenko aseguró que la negociación "no se ha parado", garantizó que las FARC harán todo lo posible para "seguir adelante" en la negociación y buscar una salida a la dificultad que se ha planteado.
"En la mesa de La Habana vivimos de crisis en crisis hasta el acuerdo final, siempre ha sido así", comentó.
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