El entrenador del Deportes Quindío , Óscar Héctor Quintabani, tiene que estar acompañado ahora con escoltas para proteger su integridad física y la de las personas que lo rodean luego de las amenazas que recibió el lunes 18 de septiembre.
Según su relato, un grupo de casi 15 motociclistas, aproximadamente, llegó a las inmediaciones de su lugar de residencia, pintaron un grafiti en la fachada, con un ataúd y una cruz invertida para exigir su salida del equipo por los últimos resultados en la segunda división del fútbol colombiano .
“Inmediatamente llegó el cuadrante, el teniente coronel, se pusieron a disposición y me pusieron inmediatamente escoltas. Fuimos a la Fiscalía al día siguiente a hacer la denuncia. Somo gente del fútbol que tenemos que estar unidos; esto no puede pasar. Tenemos que erradicar esto, el país está patas arriba, no hay autoridad, no hay nada”, dijo en conversación con Blog Deportivo.
El reconocido entrenador también contó que en las últimas horas se presentó una serie de agresiones contra todo el equipo, en lo que detalló como una “lluvia de adoquines”. Enfatizó que la pasión de los aficionados no puede ser excusa para agredir a otras personas, pero reconoció que no son todos los hinchas sino un pequeño grupo.
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“Incluso no estamos utilizando buses, llegamos en otro medio para poder ir a trabajar y no tener ningún tipo de inconveniente con ayuda de la Policía”, añadió.
En los últimos partidos el Deportes Quindío ha empatado con Llaneros, Atlético y Real Soacha. Aunque reconoce que en dos de esos encuentros “perdieron seis puntos”, porque iban en ventaja, el fútbol en dinámico y en los últimos minutos los rivales pueden igualar el encuentro.
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“Pasan estas cosas y entra en juego el tema emocional, de querer controlar el resultado. Uno sale enojado de perder seis puntos en tres partidos. Pueden ir en contra de alguien y la solucionan de la forma de la que saben: vandalismo”, reflexionó Óscar Héctor Quintabani.
Escuche aquí la entrevista completa: