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Según el mandatario, Concordia es un municipio que vive principalmente de la agricultura y debido a la escasez de lluvias hace un año no se cultiva nada. La gente, en especial los campesinos, han comenzado a padecer por la falta de alimentos y agua potable. Dijo que en la zona rural hay varios niños con un alto grado de desnutrición por lo cual solicitó ayuda urgente a los gobiernos departamental y nacional.
El acueducto de Concordia fue dado al servicio hace aproximadamente un año, la obra que se abastece de la ciénaga de San Antonio tuvo un costo de seis mil millones de pesos. La dicha duró poco; a raíz del fenómeno de El Niño la ciénaga quedó convertida en una charca de lodo y los concordianos comenzaron a padecer por falta de agua, aseguró Cristian Iván Lozano director dela oficina de prevención y atención de desastres del municipio.
Algunas personas hacen casimbas o pozos al lado de la ciénaga para lograr obtener un poco de agua, pero este líquido no es potable y solo sirve para los baños, lavar y darle de beber a los animales. Para el consumo y ante la falta de carrostanques la alcaldía acondicionó dos volquetas en las que con pimpinas plásticas traen agua de los municipios cercanos.
En Concordia el 60 por ciento de sus 15 mil habitantes viven en condiciones de extrema pobreza, subsisten de los cultivos de yuca, maíz, ahuyama y ñame, y de lo que ganan como jornaleros en las fincas ganaderas. Como el pasto y las fuentes de agua se secaron y las vacas comenzaron a morir la mayoría del ganado ha sido trasladado a las zonas de playón a orillas del río Magdalena.
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El alcalde de Concordia manifestó que en este panorama los niños son los más vulnerables, declaró la emergencia y solicitó apoyo a la gobernación y a la Unidad Nacional de gestión de riesgo pero las ayudas no han llegado aún.