No es un secreto que desde la pandemia ocasionada por el Covid-19, los menús digitales por medio de códigos QR se han transformado en la solución perfecta para restaurantes, debido a su practicidad y la manera en la que evita el contacto con cartas físicas.
De esta manera, cada cliente puede usar su celular y revisar el menú desde él. La medida ha sido bien acogida por los comensales gracias a factores como la bioseguridad y la comodidad. Pero no todo puede ser perfecto: lo que al principio llegó como una herramienta innovadora le ha abierto la puerta a una nueva modalidad de estafas que preocupa tanto a consumidores como a las autoridades.
Si bien muchas personas consideran que ya no es necesario seguir usando los códigos QR y creen que es mejor volver a las cartas impresas, algunos restaurantes prefieren mantenerlos. Es allí donde los delincuentes han encontrado una oportunidad para engañar a los clientes.
Así operan los delincuentes con los QR
Resulta que los estafadores están aprovechando los menús digitales en restaurantes, tiendas y supermercados, entre otros, para colar códigos falsos. La mecánica es sencilla: pegan un sticker con un QR falso sobre el original. De esta manera, cuando el cliente lo escanea, no llega al menú, sino a un enlace malicioso.
Ese vínculo puede instalar un software espía en el celular o solicitar información personal con la excusa de promociones y registros rápidos. Al entregarla, los usuarios estarían brindando datos bancarios y claves que los delincuentes pueden usar para vaciar cuentas o comercializar en mercados ilegales.
Esta estafa es una variación de la ya conocida modalidad de phishing, que ha migrado de los correos electrónicos y mensajes de texto a un entorno físico como los restaurantes.
Estafas en Bogotá encienden las alarmas
El problema no es menor. Según lo reportado por la Personería de Bogotá, entre los años 2019 y 2024 las denuncias por estafas aumentaron un 170 %, pasando de 55.088 a 148.752 casos. Y aunque muchas de estas denuncias se relacionan con fraudes inmobiliarios o préstamos engañosos, el entorno digital cada vez toma más fuerza.
Entre enero y julio de 2025 se registraron más de 17.500 estafas cibernéticas, lo que equivale a un caso cada tres minutos. Y la exposición es amplia: el 82 % de los colombianos con cuentas bancarias ha sufrido intentos de fraude en los últimos años.
Ante el incremento de estos casos, la recomendación es sencilla: preferiblemente pedir el menú físico si está disponible y revisar con cautela el código QR de la mesa, verificando que no tenga un adhesivo sospechoso encima. Esa precaución puede marcar la diferencia entre disfrutar de una comida tranquila o convertirse en una nueva víctima de los delincuentes.