Ponen freno a exparejas: deudas deberían pagarlas entre ambos, aunque ya no estén juntos
Cuando una pareja decide separarse, el foco queda en los bienes: por ejemplo, quién se queda con la casa y quién con el carro.
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Normalmente, cuando una pareja decide separarse, el foco queda en los bienes: por ejemplo, quién se queda con la casa, quién con el carro. Sin embargo, lo que muchos olvidan es que ese paquete no llega solo, pues las deudas también hacen parte de la separación de bienes.
En Colombia, la ley es clara: si esas obligaciones se adquirieron dentro de la unión marital, ya sea matrimonio o unión libre de más de dos años, estas deben dividirse a partes iguales, así la pareja ya no esté junta.
Justamente eso fue lo que señaló la Corte Suprema de Justicia en 2023, al revisar un caso que puso el tema sobre la mesa. Y es que una pareja que convivió más de 15 años adquirió una deuda hipotecaria por más de 100 millones de pesos.
Pero al separarse, uno de los miembros solicitaba que su expareja asumiera la mitad de la deuda, pues esta se usó para comprar una vivienda que ambos compartieron.
En un principio, los jueces de familia y el Tribunal Superior señalaron que, como la deuda estaba a nombre de una sola persona, ese debía asumirla. Sin embargo, la Corte Suprema tumbó la decisión, señalando que las deudas adquiridas durante la convivencia se presumen compartidas, a menos que se demuestre que beneficiaron solo a uno.
De acuerdo con lo señalado por expertos, cuando hay una separación se liquida la sociedad conyugal, pero esto no solo cubre los bienes, sino también las deudas. Por lo tanto: 50 % para uno, 50 % para otro.
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Eso sí, si alguna deuda se utilizó exclusivamente para beneficio personal —es decir, una tarjeta de crédito usada para gastos que no tienen relación con el hogar—, el otro miembro puede exigir que no se le recargue esa obligación.
En la práctica, esto representa un alivio para muchas personas que, tras una separación, creen que deben asumir solas todas las cargas económicas. La sentencia de la Corte aclara que no es así. Si la deuda fue para la casa, para el carro familiar o para sostener el hogar, se reparte entre ambos.
Y si hay dudas, lo mejor es buscar asesoría legal y revisar si realmente esa deuda benefició al hogar o solo a uno. Porque, así como se comparte el amor y los sueños en pareja, también se comparten las cuentas.