La próxima semana arranca el cobro de los impuestos saludables en Colombia. Todos los alimentos industrialmente procesados que tengan azúcar, sodio o grasas añadidas por encima de un límite empezarán a pagar 10 % más mientras que las bebidas azucaradas pagarán más por el contenido de azúcar.
Mientras los consumidores están preocupados por el impacto en el bolsillo el Gobierno llama a la calma y el Ministerio de Hacienda dice que apenas pagarán el impuesto 21 de los 443 artículos de la canasta familiar y la inflación subirá únicamente 0.21 puntos porcentuales adicionales este año.
Esto querría decir, por ejemplo, si en septiembre se hubiera cobrado el impuesto la inflación no hubiera sido de 10.99 % sino de 11.1 %
Mano dura de la Dian: Componentes naturales de los alimentos entrarán en límites para los impuestos saludables
Algunos alimentos naturalmente tienen sal, azúcar o grasa. Sin embargo, esas cantidades también serán contabilizadas dentro de los límites, a partir de los cuales se cobran estos impuestos de acuerdo con un concepto de la Dian. Según la entidad los congresistas no diferenciaron en la reforma tributaria entre los componentes naturales de la comida y los añadidos.
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Según la Dian, se considera que un alimento es industrialmente procesado y debe pagar el impuesto cuando hay un proceso industrial que involucra una fórmula industrial y la adición de grasas, azúcares o sodio. El impuesto se va a cobrar, incluso, si la transformación se hizo en una empresa que no está registrada como industria.
Además, algunos alimentos podrían pagar el impuesto dos veces. Por ejemplo, si una industria fabrica turrones a partir de hojuelas azucaradas, el fabricante pagará el impuesto por esas hojuelas y su comprador pagará también sobre ese producto final.
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Los restaurantes no tendrán que pagar el impuesto porque las recetas no se consideran preparaciones industriales, pero si esas preparaciones tienen como ingredientes los alimentos ultraprocesados tendrán que pagar el impuesto, como en el caso de la carne para hamburguesa, las salchichas o las salsas de paquete.
El enredo de definir en las compañías cuáles de sus productos pagarán el impuesto
El impuesto a los alimentos ultraprocesados está definido a partir de partidas arancelarias y tiene varios tecnicismos, lo que está llevando a dolores de cabeza entre las empresas que quieren cumplir la obligación y están corriendo contra el tiempo para lograrlo.
“Esto lo que demanda es que tu tengas una complejidad para identificar los productos que van a quedar sujetos a este impuesto porque necesitas un experto en clasificación aduanera, necesitas un expertos en alimentos para que evalúes tus productos y un experto tributario para que te ayude en este tema”, explicó Miguel Angel Fandiño, director legal de impuestos en PwC.
Fandiño habló de varias inquietudes que todavía hay entre los expertos sobre la aplicación del impuesto.
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