El Ministerio del Trabajo acusa a D1 de estar cometiendo 29 irregularidades laborales desde la ausencia de salas de lactancia, a sobrecargas laborales para los trabajadores de las tiendas que deben cumplir varios roles a la vez como atender la caja, surtir los productos, hacer el aseo y servir de vigilantes.
El gobierno dice además que hay fallas en los reportes de accidentes laborales y hasta indicios de persecución sindical.
Las pesquisas iniciaron tras las denuncias de dos empleadas de la compañía que se quejaron ante el Ministerio del Trabajo de no poder lactar a sus hijos, a pesar de que tenían derecho a la hora de lactancia.
Los inspectores de la entidad estuvieron en 263 tiendas y 6 centros de distribución en todo el país y entrevistaron a decenas de trabajadores.
Aunque el gobierno está hablando de hallazgos, de momento no hay ninguna investigación sino una serie de 10 recomendaciones que incluyen un plan de mejora por parte de la ARL y cambios en la infraestructura de las tiendas, entre otros.
Entre el 3 de junio y el 13 de julio, nuestras tiendas y centros de distribución recibieron más de 230 visitas en las que se hicieron 400 entrevistas a nuestros empleados por parte del Ministerio de Trabajo en distintos puntos del territorio nacional. Se trata de un ejercicio de control sin precedentes por parte del Ministerio en la historia reciente del país, que atendimos con total disposición y responsabilidad
señaló la compañía en un comunicado.
El gobierno anuncia que iniciará investigaciones administrativas por los señalamientos más graves y pidió el inicio de mesas de trabajo tripartitas entre el gobierno, los empleados y la compañía.
“Debe ser un plan de mejoramiento acordado entre trabajadores, tiendas D1 y por su puesto el Ministerio del Trabajo. Haremos uso del diálogo tripartito”, explicó el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino.
La compañía por su parte dice que está lista para atender la invitación al diálogo y dice que estará disponible para ese propósito.