Además del ingreso de Colombia al Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, el Gobierno habría enviado en marzo una solicitud formal de adhesión al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), banco multilateral internacional fundado en 2016 y con sede en Beijing.
Según un memorando interno del Gobierno, conocido por Diplomacia Abierta, la incorporación de Colombia como miembro del AIIB se formalizaría en septiembre, una vez todos los países integrantes —más de 100 países de todo el mundo— otorguen su aprobación.
El presidente Gustavo Petro viajó a China en mayo, en el marco del foro China–CELAC, y durante su visita se reunió en Shanghái con Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS.
Allí el Gobierno colombiano presentó formalmente la solicitud de ingreso del país al Banco, proceso que avanzó con rapidez y culminó con su aprobación oficial en la cumbre del bloque celebrada en julio en Río de Janeiro.
Sin embargo, durante esa misma visita del presidente Petro y de la excanciller Laura Sarabia, se habría llevado a cabo otra reunión de alto nivel que pasó desapercibida: el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y el presidente del AIIB, Jin Liqun, habrían sostenido un encuentro para hacer seguimiento a la solicitud de ingreso de Colombia a ese banco multilateral.
Este acercamiento ocurre en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y China, en medio de una guerra arancelaria entre el Gobierno de Donald Trump y el de Xi Jinping, así como del anuncio de Trump de imponer aranceles adicionales no solo a los países del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia), sino también a aquellos que se alineen con sus políticas.
De hecho, en el caso colombiano, el pasado 15 de mayo, el Departamento de Estado advirtió, a través de un trino, que Estados Unidos “se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y futuros desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales destinados a empresas estatales chinas en Colombia”.
Según el mensaje, para Estados Unidos, estos proyectos comprometerían la seguridad regional y los recursos de los contribuyentes estadounidenses no deberían ser utilizados para subsidiar compañías controladas por China en el hemisferio.
En este ambiente diplomático delicado, marcado también por recientes tensiones entre el Gobierno Petro y la Casa Blanca, Colombia y el AIIB habrían acordado —según el memorando— manejar con “tono prudente” este proceso de admisión, hasta que se concrete plenamente y se obtenga el beneplácito de todos los países miembros del organismo para el ingreso del país al banco multilateral.
El AIIB —Banco Asiático de Inversión en Infraestructura— cuenta actualmente con 110 miembros, de los cuales 53 pertenecen a Asia y 57 a otras regiones, incluyendo Alemania, Francia, Canadá y el Reino Unido.
En América Latina, siete países ya son miembros: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Perú y Uruguay. Bolivia y Venezuela, por su parte, figuran como miembros en proceso de adhesión.