¿Es un fallo estructural que se muevan las tribunas del nuevo Vive Claro?
El concierto de Green Day en Bogotá dejó preocupación por fans que "sintieron miedo" por el movimiento de las tribunas del nuevo Vive Claro, recinto de entretenimiento.
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Finalmente, el Vive Claro abrió sus puertas como el recinto más grande de espectáculos en Colombia este domingo, 24 de agosto, con el concierto de Green Day que recibió más de 40.000 espectadores y tuvo una duración de casi 2 horas en Bogotá.
Pero mismo evento dejó una preocupación en los asistentes y que vivieron durante este concierto: el movimiento de las tribunas, que, según algunos, “sintieron fuerte” y con “miedo de que se pudiera caer” mientras se llevaba a cabo este evento en la capital del país.
“En vive claro parece inseguro. Las graderías se mueven horribleeee”; “Tuve que bajarme varias veces por temor a que algo pasara”; “No sé si esto esté bien, pero que peligro de que se mueva tanto”, dijeron algunos comentarios.
¿Cómo funcionan las tribunas del Vive Claro?
El escenario cuenta con estructuras no convencionales modulares que permite que se aumenta o reduzca el aforo de este dependiendo cada evento, según explicaron desde Ocesa; es decir, que dependiendo la necesidad del artista y/o banda, las tribunas podrán expandirse o reducirse al igual que la distribución de pantallas, escenario, entre otros aspectos que influyen.
“Para lograrlo, hemos reunido a un equipo de empresas, talentos y proveedores que son referentes a nivel mundial. Un ejemplo claro es la gradería utilizada: es la misma que se ha implementado en eventos de Fórmula 1 y en los Juegos Olímpicos de Suiza, de la reconocida marca Nuzlic. Esto garantiza no solo seguridad, sino también aspectos clave como la amplitud de los corredores, la comodidad de las sillas y la circularidad de los espacios, de modo que el público pueda concentrarse en disfrutar de su artista sin preocuparse por incomodidades propias de lugares que no están diseñados para este tipo de celebraciones”, explicaron.
De acuerdo con los responsables, se sumó además la empresa número uno del mundo en este tipo de estructuras, la misma que estuvo a cargo del concierto de Adele en Múnich, Alemania. Aunque la disposición modular varía en cada escenario, los organizadores garantizaron que el “nivel de calidad y la certeza técnica son exactamente los mismos”, con el fin de ofrecer un “evento seguro y a la altura de los mejores espectáculos internacionales”.
El objetivo de esta estructura es que no se caiga, por ende, es modular y se mueve con el ritmo del público. En realidad, si fuese 100 % estático, el riesgo de un desplome seria mayor. De acuerdo con la organización, se mueve porque su estructura no es como El Campín u otras arenas es moldeable y se hará mantenimiento después de cada concierto que se lleve a cabo.
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Por ende, según ellos, no es un fallo estructural, sino que hace parte del propio recinto.