Luego de la tragedia sucedida en Mocoa se prendieron las alarmas en cuanto al uso de suelos, ordenamiento territorial y la gestión de las autoridades locales en el proceso de poblamiento.
Pablo portillo, presidente de la junta de acción comunal del barrio San Miguel en Mocoa, comentó respecto a la verificación de zonas de riesgo: “¿Por qué esperar a que las cosas sucedan para tomar cartas en el asunto”, haciendo una crítica al trabajo de las autoridades locales. “Lastimosamente, ellos no velan por su población”.
Por su parte, el geógrafo Simón Uribe indicó que el fenómeno de desplazamiento tiene un gran impacto en los patrones de ordenamiento, señalando que “el asentamiento de estas poblaciones es informal, en su mayoría en zonas con altos niveles de riesgos, este es el caso del barrio San Miguel”.
Ricardo López, director de Corpoboyacá, finalmente comentó que en el país son varios los municipios que se encuentran en zonas de riesgo. “La calidad de los estudios en materia de ordenamiento territorial en el país son bastante precarios”, puntualizó.