La propietaria de la accidentada central nuclear de Fukushima ultimó este miércoles los preparativos para el primer vertido del agua contaminada depurada de planta al océano Pacífico, que tendrá lugar este jueves si no se presentan imprevistos.
Los operarios de Tokyo Electric Power (TEPCO) continuaban este miércoles haciendo mediciones de los niveles de tritio en el agua tratada, el único isótopo radiactivo que no puede eliminarse con los métodos actuales, pero cuya concentración se reduce por debajo de una cuadragésima parte de los estándares salubres nacionales, diluyendo el líquido tratado en agua marina antes de la descarga.
Una vez comprobado que el agua cumple con las condiciones necesarias, se dejará fluir por un túnel subterráneo de un kilómetro que conecta con las aguas del Pacífico que bañan las instalaciones.
Dicha decisión generó el rechazo de varios gobiernos, como el chino, que, a través de un comunicado, rechazó el vertimiento del agua contaminada al océano Pacífico. “Es extremadamente egoísta e irresponsable, ya que el vertido extenderá los riesgos de la contaminación nuclear al resto del mundo, y al hacerlo, Japón está poniendo sus intereses egoístas por encima del bienestar a largo plazo de toda la humanidad. China está seriamente preocupada y se opone firmemente a ello”, se lee en el documento.
El Gobierno de China aseguró que tomará todas las medidas necesarias para proteger el medio marino, garantizar la seguridad alimentaria y salvaguardar la vida y la salud de las personas.
“El océano sustenta a la humanidad. No es una cloaca para el agua contaminada con energía nuclear de Japón. China insta encarecidamente a Japón a que cancele el plan de vertido al océano, se comunique con los países vecinos con sinceridad y buena voluntad, trate el agua contaminada de forma responsable y acepte una rigurosa supervisión internacional”, añade el texto.
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